Hoy no vengo a dar respuestas,
sino más bien a realizar preguntas.
Hoy necesito escribir estas
palabras no sólo por mí sino por todas las madres a las que escucho el mismo
motivo de desahogo. Se sienten juzgadas
en su maternidad y su crianza. A mí como madre también me pasa. Y sin embargo
lo que necesitamos es apoyo.
¿Por qué la gente se mete donde no
la llaman? ¿Por qué me dicen lo que tengo que hacer con mi parto, mi lactancia, mi
cuerpo, mis hijos, mi vida?
¿Por qué en la crianza todo el
mundo opina y cree saber mejor que tú cómo criar a tus hijos?
¿Por qué la gente se ofende cuando
nos salimos de lo que se suele hacer? O afinando más la pregunta… ¿Por qué se
ofende cuando no lo hacemos como ellos?
¿Por qué especialmente en el
postparto (una etapa muy delicada donde la mamá necesita mucho apoyo, no sólo
logístico sino también emocional) en vez de apoyar a la reciente mamá, la machacamos
contradiciendo y poniendo en duda su manera de hacer las cosas?
Si yo no me meto con la crianza de
los demás, ¿por qué los demás si se meten en la mía?
¿Por qué en vez de charlar
tranquilamente entramos en una guerra de bandos y criticamos directamente sin
dar ninguna oportunidad?
¿Por qué nos empeñamos en ofrecer
consejos no pedidos?
¿Por qué nos cuesta tanto aceptar,
escuchar y empatizar?
Y he llegado a la conclusión que la
mayoría de las veces esto sucede por uno o varios de estos motivos:
- Disonancia
cognitiva (en resumidas cuentas, justificar algo que en el fondo se sabe
que “no está bien” para aliviar el conflicto que nos produce el pensar y actuar
de forma diferente).
- Baja autoestima. Sentir que si
yo lo hago diferente es que ellos lo hacen mal. Sienten que les llevo la
contraria (aún cuando lo único que hago es vivir y dejar vivir) y entonces se
ponen a la defensiva. Pero es que resulta que no todos tenemos por qué hacerlo
igual.
- Culpa. Cuando vemos que la cosas
se pueden hacer, o se podría haber hecho, de otra manera. La culpa llama a la puerta. Pero en nuestra
mano está aceptarlo y si queremos y podemos, cambiarlo; o atacar a esa persona
que por hacerlo diferente nos pone en bandeja nuestros propios fantasmas.
- Mente cerrada. No aceptar que
las cosas sean de otra manera, especialmente por miedo al cambio.
- Personalidad narcisista. Todo en
la vida gira en torno a como yo hago las cosas, si no son como espero está mal.
- Dejarse llevar. No plantearse
las cosas. Pensar que las cosas siempre se han hecho así y lo normal es que así
sea.
Me planteo las cosas, leo, me
informo, hago caso a mi instinto, no daño a mis hijos ni física ni
emocionalmente (en este último caso al menos lo procuro) y decido lo que me
parece mejor para mi familia. ¿Quién eres tú para decirme lo que tengo que hacer?
Tanto como asesora como madre no
se me ocurre decirle a nadie lo que tiene que hacer. Como asesora informo y
cada familia decide. Como madre me ocupo de mi vida, que ya tengo bastante.
Este post va dirigido
especialmente para esas personas, familiares, amigos, conocidos, desconocidos,
que se creen con derecho no sólo a juzgar sino a decirte lo que tienes que
hacer o a opinar sobre la manera en que hacemos las cosas en mi familia.
I have read so many content on the topic of the blogger lovers however this piece of writing is actually a good paragraph, keep it up. paypal login my account
ResponderEliminar