He querido escribir este artículo
porque demasiadas veces, por desconocimiento, las madres confundimos una huelga
de lactancia con un destete de un día para otro. Y ocurre que la lactancia finalizada aun cuando mamá y bebé querían
continuar.
En la huelga de lactancia o falso
destete el bebé rechaza el pecho de
forma brusca. De repente no quiere mamar. Así la madre suele creer que se
ha destetado. Pero el destete natural
suele ser gradual.
No sólo quiero hablarte de la
huelga de lactancia como asesora de lactancia sino como madre que ha pasado por
ello. Por eso voy a comenzar contándote brevemente mi experiencia reciente con
mi hija de 20 meses.
Huelga de lactancia. Nuestra
experiencia
Tras un día muy ajetreado, en la
que mi pequeña había pasado la tarde con su padre y su hermana, rechazó el
pecho. Y lo hizo hasta el punto de dormirse de agotamiento sin mamar (algo
inusual, pues siempre coge el sueño mamando).
Por la noche tuvo varios breves
despertares en los que a pesar de buscar el pecho se durmió sin llegar a mamar
(cosa inusual de nuevo). Así que a la
mañana siguiente tenía el pecho a reventar. Y mi pequeña seguía rechazando
la teta.
Decidí extraerme leche no sólo para aliviarme el pecho, sino
también para mantener la producción. Y es que no parecía tener intención de
mamar. De hecho se mostraba enfadada
cuando se lo ofrecía.
Y a pesar de todo lo que se, al
verme en vuelta en mi propia huelga de lactancia me sobrevino el síndrome de la
asesora. No era capaz de pensar con
claridad. Estaba muy preocupada y un torbellino de sentimientos revoloteaban
a mi alrededor.
Me sentía rechazada y muy muy triste. ¿Se estaría destetando? ¿Así
de repente? ¿Y si luego quería teta, la producción había bajado y ya no quería
mamar por el cambo de sabor? ¿Estaba enfada conmigo? ¿Qué había hecho mal? Sólo
me salía llorar.
El sentimiento de rechazo y de
culpa era demoledor.
¿Habíamos acabado nuestra
lactancia sin despedirla, sin hacernos a la idea, de una forma tan brusca?
Escribí a una comadre asesora y me
tranquilizó. Me dijo lo que intuía, que seguramente era una huelga de
lactancia. Pero a ratos me seguía doliendo igual.
La segunda y tercera noche si
mamó. Pero por el día no quería saber nada del pecho. Así que seguía
extrayéndome leche. Y procuraba estar más
presente, con más mimos, piel con piel, masajitos…
Al tercer día por la mañana su
pediatra, que tenemos la suerte de que es IBCLC
(Consultora Internacional de Lactancia
Certificada), me volvió a tranquilizar. Me desahogué con ella. Me volvió
a decir lo que ya sabía pero que
necesitaba oír. Y me ayudó a darme cuenta del motivo de la huelga de
lactancia.
Así que me relajé, hablé con mi pequeña y al medio día la tenía mamando de
nuevo de mi pecho, despierta y feliz. Felices las dos. Porque ella tampoco quería dejar la lactancia,
sólo había sido un toque de atención.
Motivos que pueden desencadenar
una huelga de lactancia
- Cualquier molestia en la boca. Lo común es que un bebé amamantado
cuanto está malito o está molesto por algo pida más pecho.
- Inicio brusco de la alimentación complementaria, o reducción de las
tomas pensando que es lo adecuado.
- Nuevo perfume, crema, medicamento o alimento en la dieta de la
madre.
- Interés del bebé por el mundo que le rodea especialmente alrededor
de los tres meses. El bebé parece despistarse con cualquier cosa que ocurre a su
alrededor y parece que pierde el interés por el pecho. Pero basta conque la
mamá le da de mamar en un lugar más tranquilo libre de distracciones.
- Llegada de la menstruación de la madre.
- Un cambio brusco en la rutina: vacaciones, mudanza o ausencia
repentina de la madre.
- Bajada de la producción de la leche y/o cambio de sabor de la leche:
tomas con horarios estrictos, ausencia de la madre durante largos periodos de
tiempo o mastitis.
- Cualquier situación que el bebé viva con estrés o le resulte
traumática.
Que se den estas situaciones no
quiere decir que se vaya a producir una huelga de lactancia si o si. Hay un
componente emocional a tener en cuenta. Por lo que depende de las circunstancia del bebé y de su entorno en ese
momento.
Que de repente el bebé haya
decidido dejar de mamar no quiere decir que esté a gusto. De hecho en ocasiones
puede mostrarse nervioso, más sensible y lloroso.
Como comentaba antes, un destete
natural suele ser gradual. Si el bebé
deja de mamar bruscamente debemos pensar en una huelga de lactancia.
Dependiendo de la edad del bebé y
si aún no toma otros alimentos hay que vigilar que esté bien hidratado y
alimentado.
¿Qué hacer si quieres seguir
con la lactancia?
- Extráete leche. No sólo para mantener la producción, sino para que
no cambie de sabor al disminuir y que entonces el bebé rechace el pecho también
por ese cambio.
- Prueba a ofrecerle el pecho cuando esté dormido. Hay bebés que
durante la huelga de lactancia continúan mamando cuando duermen.
- Ten paciencia. No le presiones. Respétale.
- Busca momentos tranquilos: masajes, tener el pecho disponible, baños
con el bebé, estar más presente, dormir juntos, portearle.
- Habla con el bebé. Cuéntale cómo te sientes. Y si has llegado a
saber el motivo de la huelga de lactancia habla también de eso con él.
- Evita la culpa. No sirve de nada. No podemos controlarlo todo ni
somos perfectas. No todo depende de nosotras.
¿Has pasado por una huelga de lactancia? ¿Cómo te sentiste?
Si la información te ha resultado útil te invito a seguirme
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