¿Crees que a tu bebé le vendría
bien clases de estimulación? ¿Crees que
es indispensable para su desarrollo? ¿O por el contrario crees que es innecesario
o incluso contraproducente?
Para responder a estas preguntas haría falta más información. ¿Tu
bebé ha nacido a término o ha nacido prematuro? ¿Tienes prisa porque crezca o
quieres disfrutar tranquilamente de sus pequeños grandes logros? ¿Presenta alguna patología? ¿Sabes cuál es del
desarrollo normal de un niño sano? ¿Conoces los hitos del desarrollo?
Nos sentimos orgullosos cuando
nuestros pequeños consiguen un nuevo hito en su desarrollo. Pero demasiadas
veces tenemos prisa porque hagan nuevas cosas y les forzamos sin estar aún
preparados. No nos damos cuenta de que el tiempo vuela y esas etapas ya no
volverán más.
Cada niño lleva un ritmo. Siempre
que esté dentro de la normalidad no hay que preocuparse. Por ello, lo conveniente sería conocer los hitos del
desarrollo durante los primeros años de vida y especialmente del primer año
de vida.
Por ejemplo…
…es normal que
un bebé ande (y cuando digo andar, digo andar solito) a los 10 meses e
igualmente es normal que lo haga a los 18 meses. Si no camina hasta cerca de
los 18 meses desde luego no será porque sea vago, ni porque sea torpe ni será
mas o menos listo por ello. Andará cuando esté preparado.
…es normal que
un niño controle el pis por el día a los dos años y medio al igual que es
normal que lo haga a los 5 años. Si bien es verdad que de media los niños
controlan el pis diurno entre los dos años y medio y los tres años. Otra cosa
es nuestra comodidad o lo que nos venda la sociedad.
…es importante
tener en cuenta la edad corregida para un bebé prematuro hasta los dos años,
para el peso, talla, perímetro cefálico y desarrollo motor.
Los adultos solemos ir con prisa y
arrastramos a nuestros pequeños en ese torbellino de cuanto antes mejor. Queremos acelerar su desarrollo, como si dejándoles
ir a su ritmo no fuese suficiente. Como si por hacer las cosas antes creyésemos
que serán más inteligentes o tendrán un futuro más exitoso. Nada más lejos de
la realidad.
Si el bebé o niño sano, en su día a día, vive en un entorno que le tiene en cuenta, que interactúa con él y que respeta sus ritmos, tiene la estimulación necesaria para su correcto desarrollo.
La sobre estimulación implica guiar
hacia algo concreto, y con unas directrices marcadas. Y esto, a un niño
sano, no le beneficia. Cuando interferimos sin necesidad normalmente
entorpecemos un proceso que se hubiese dado por si solo. Sobre estimular es forzar, y por tanto domesticar, restando
espontaneidad y creatividad.
Queremos sobre estimularles para
que logren ¿qué? Sin embargo muchas veces no
les permitimos descubrir por si mismos, equivocarse, marcharse, moverse, cuestionarse
las cosas… No somos coherentes. No les permitimos ser niños.
Una estimulación adecuada es la que ofrece amor, respecto y presencia con el pequeño.
Riesgos de la sobre estimulación
- No integración de lo “aprendido” y falta de
interés.
Integramos
lo que aprendemos disfrutando. El juego es crucial para los niños. Para
aprender es importante que haya una emoción agradable, para que quede en la
memoria.
Pero si el
niño se siente sobrecargado o presionado, se sentirá saturado, perderá el interés
y será incapaz de integrar nada nuevo.
- Dependencia del niño.
Puede
suceder que si se siente presionado sólo haga lo que se le manda para agradar
al otro.
- Pasividad, inseguridad y desmotivación.
El dirigir
y guiar al niño hacia lo que creemos que hay que estimular lleva a que este se
sienta inseguro y no tenga iniciativa. No a todos nos gusta lo mismo, ni se nos
dan bien las mismas cosas, ni vamos al mismo ritmo, ni aprendemos de la misma
manera.
- Temor a fallar.
El error es
parte del aprendizaje. Debemos dejar que ellos mismo lo intenten hasta
conseguirlo. Siempre estando presentes, haciéndoles saber que confiamos en
ellos porque sabemos que son capaces. Y por supuesto intervenir si necesitan
nuestra ayuda.
- Ansiedad, tanto del niño como de la
familia.
El verse saturado, sintiendo que se le demanda algo para lo que no está preparado, o que no es
de su interés, puede causarle ansiedad. Así el pequeño puede estar más
irritable o inquieto.
Del mismo
modo, muchas veces la familia se siente estresada y preocupada por la creencia
de que necesitan estimular a su pequeño y no saben bien cómo.
¿Crees necesario estimular a tu bebé de algún modo?
Si te interesa este tema y quieres saber cómo acompañar a tu pequeño
de manera respetuosa, favoreciendo su desarrollo en el día a día de manera
natural y sin estrés para ningún miembro de la familia, el taller que
impartiré a principios de mayo te será de gran interés.
Si la información te ha resultado útil te invito a seguirme
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Si tienes alguna duda puedes escribirme a info@soniandoduendes.com. Si lo que
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contacto conmigo en el ese mismo mail.
Ohhh el bebé está grandísimo, cómo pasa el tiempo, disfrutad mucho familia, espero que tooodo genial. Saludicos playeros.
ResponderEliminarHola guapa. La primera imagen si es de la peque de la casa. Pero la imagen del cartel es de Minerva ;)
EliminarUn abrazo
Con los bebés nos pasamos el día estimulándolos, seamos conscientes o no, están absorbiendo y entendiendo su medio, pero para mi sí es importante conocer que favorece su aprendizaje, cómo podemos darles los medios para favorecer su desarrollo y estimular su inteligencia, no es cuestión de prisa, es cuestión de sacarle partido a su enorme potencial..ahora que todo es un juego y todo es divertido, saludos !
ResponderEliminarSe puede hacer de la manera más sencilla y amorosa en el día a día, disfrutando con ellos.
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