Hace cinco años, a punto de nacer
mi hija mayor, tenía el propósito darle el pecho, si podía. Porque a pesar de
creer que sabía lo suficiente sobre lactancia, en realidad me faltaba mucho por
saber. Me faltaba mucha confianza en mi propia capacidad para parir y
amamantar.
Cinco años después, tanto el parto
de mi segunda hija como nuestra lactancia actual (la mayor se destetó hace
un año), han sido totalmente diferentes. El hecho de estar informada, mi
formación tanto como asesora de lactancia como Asesora Continuum y mi férrea
confianza en la capacidad de la mujer para dar a luz y lactar, ha contribuido a
sentirme capaz y a disfrutar al máximo
de estas dos facetas de mi sexualidad.
Mis dos duendecillas han nacido
con retrognatia, el mentón un poco retraído. Esto puede causar dificultad para
el agarre. Si añadimos que tienen la boca pequeña, es otra causa para que no
abran lo suficiente la boquita y el agarre no sea correcto. Y aunque luego cada
bebé es diferente, existen causas que pueden llevarnos al éxito o fracaso de la lactancia materna: información, confianza, apoyo
y cómo haya sido el parto.
Con mi primera hija, además de no
saber todo lo que se ahora, tuve un parto medicalizado: cóctel de oxitocina y
epidural. No voy a detenerme hoy en describir todos sus efectos secundarios y
cómo afectan a la lactancia, a la mamá, al bebé y al vínculo. Resumiré
comentando la evidencia de que los bebés
con partos medicalizados nacen más adormilados y/o con dificultad para el agarre.
Así es como con mi hija mayor no
notaba la succión, no lograba engancharse al pecho. Ya en el hospital comenzó
con suplemento en cada toma (se lo retiramos a la semana), que le dábamos con
jeringa. Y salimos de allí con la recomendación de que si quería darle el pecho
necesitaría pezoneras. El problema, según ellos, era que tengo los pezones
planos.
Estuvimos con pezoneras hasta los cuatro meses y medio. Las tomas
pasaron de durar tres cuartos de hora en cada pecho a unos cinco o diez
minutos. Entre otras cosas dejé de tener ingurgitaciones frecuentes, con la
necesidad de tener que vaciarme el pecho cada dos por tres. Ahí fue cuando
realmente comencé a disfrutar de la
lactancia y la crianza, y a descansar más por la noche.
Mi segunda hija, tras un parto natural y consciente, que
puedes leer aquí,
se agarró al pecho nada más nacer con
una succión fuerte y efectiva. Reconozco que me sorprendió su energía,
recién nacida. Pero con el parto que tuvimos no podía ser menos.
Esa primera hora mamando fue
mágica. Aunque el enganche no era correcto, lo supe desde casi el principio. Fui consciente de que si seguía con ese
enganche me saldrían grietas. Procuré cambiar de postura, pero no conseguía
que abriera más su diminuta boquita. Pero por mi miedo a que diese
hipoglucemias, lo puedes leer aquí,
lo “dejé estar”. Ya lo solucionaríamos.
Me salieron grietas. A los diez días estaban solucionadas las
grietas y la producción excesiva de leche. He de decir que aunque íbamos
por buen camino tuve un poco lo que llamamos el síndrome de la asesora de
lactancia (asesoro y ayudo a otras familias, pero me cuesta hacerlo en nuestra
propia lactancia), y nuestra pediatra, que sabe mucho de lactancia, nos dio un
par de directrices que nos vinieron bien.
Como madre de dos, soy primeriza.
Reconozco que en cuestión de la teta me ha sorprendido que mi segunda hija no
se duerma siempre al pecho como hacía la mayor. Mi pequeñina cuando quiere
dormir suelta el pecho, y pide brazos y movimiento. Cada una es única.
Cada situación y cada hijo es diferente.
Más que compararles,
se
trata de aprender con cada uno de ellos.
Si la información te ha resultado interesante o útil te
invito a seguirme en facebook.
Si tienes alguna duda puedes escribirme a info@soniandoduendes.com.
Mi parto fue medicalizado y la verdad es que el bebé se engancho perfectamente desde el primer momento, aunque este tío es un tragón jeje lo sigue siendo come un montón asique ya debía de estar avisándome de lo que me esperaba. De todas formas me pasaré por tus entradas anteriores para enterarme mejor ;)
ResponderEliminarComo digo cada bebé es un momento, me alegro de que así fuera. En nuestro caso, también estaba el tema de la barbilla, de ahí la diferencia también.
EliminarEncantada de que leas lo que necesites, si buscas algo dímelo.
Hola!!! He leído el articulo y me he emocionado, especialmente en la parte que pones que utilizaste las pezoneras hasta los 4 meses y medio y después las dejó!!! yo tengo una bebe de tres meses, seguimos con pezoneras y ya estaba resignada pensando que no se las podría quitar nunca :) Hiciste algo especial? o simplemente de un día para otro las dejó? he intentado de muchas maneras, pero no mama si no las tengo puestas. Gracias.
ResponderEliminarHola Carmen.
EliminarSe hace duro, sobre todo al principio.
Decirte que dejar las pezoneras es algo que depende del bebé y de nosotras. En nuestro caso fueron cuatro meses y medio. Pero también conozco casos que nos la dejaron hasta los siete meses o incluso estuvieron toda la lactancia (3 años) con ellas.
Se trata de ir probando de vez en cuando, cuando el bebé está tranquilo, incluso si está dormido y va a mamar, hacer piel con piel para dar pie al agarre espontáneo...
Cuando ella estuvo preparada y en el fondo yo también, fue cuando en nuestro caso las dejamos, y no fue fácil.
Mucho ánimo.
Un saludo,
Carol
Gracias por tus palabras, si de vez en cuando voy probando. Seguimos con ella pero con esperanzas :) Un abrazo
EliminarHola Carol. Ahora he recibido una notificación por los últimos comentarios y quisiera darte las gracias porque tus palabras y este articulo me dió mucha calma y esperanza en su momento... 2 meses después de este comentario mi peque dejó las pezoneras :) el mes que viene ya vamos a cumplir 1 año de lactancia. Gracias!
EliminarHola, cuanto me alegro. Seguid disfrutando de vuestra lactancia.
EliminarMuchas gracias por escribir y contarmelo.
Muchas gracias por tus palabras y tu experiencia. Uso pezoneras desde el primer dia porque mi hija nacio prematura y yo tengo los pezones planos. Mi bebe tiene casi 7 meses. Intente sacarsemas cuando tenia unos 3 meses pero viendo lo bien que se agarraba con ellas lo deje estar. Ahora empiezo a estar cansada de ellas pero me da la sensacion que no voy a poder sacarmelas nunca. Aunque lo primordial es que sigue alimentandose con mi leche y es lo que mas me importa. Saludos!!
ResponderEliminarHay mamas que consiguen dejarlas a los sietes meses, otras antes, y otras pasan toda la lactancia con ellas.
EliminarQuien sabe, te dejo este artículo donde hablo de las pezoneras y cómo intentar retirarlas: http://www.minervaysumundo.com/2016/03/pezoneras-como-puedo-quitarlas.html
Hola Lola, se puede, mira mis comentarios más arriba. Paciencia y calma. No hice nada especial, simplemente paso. Un abrazo.
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