Partiendo de la base de que el parto forma parte de la sexualidad de la mujer y que se trata de
un proceso fisiológico, el parto debería ser vivido con naturalidad y sin
miedo, por parte tanto de la mujer como de todas y cada una de las personas que
la acompañan en ese precioso momento.
Para que el parto se desarrolle con normalidad la mujer
necesita sentirse segura, cómoda, en un ambiente tranquilo, sin sentirse observada
por miradas ajenas, y con la confianza de que quien esté a su lado la
acompañará, sin interferir, apoyándola y con respeto. Si permitimos que el parto se desarrolle con normalidad, sin prisas,
sin intervenciones innecesarias y en un ambiente acogedor, el parto como
cualquier proceso fisiológico, sucederá sin ningún contratiempo.
Por todo esto es tanto importante que el profesional que
atienda el parto respete el proceso de parto sin intervenir si no es necesario,
como que el acompañante ofrezca un acompañamiento real a la mujer.
En todo momento hablo de acompañante y no del padre por
varios motivos. Primero, porque no tiene por qué haber padre, según las
circunstancias familiares o los diferentes modelos familiares. Segundo, porque quien decide quien la acompaña en el parto
es la mujer que va a dar a luz, según la persona con la que ella se sienta
más cómoda y crea que le puede ofrecer un acompañamiento consciente, desde el
conocimiento y libre de miedos y prejuicios. Y tercero, porque el padre por
diferentes motivos no siempre quiere asistir al parto, pero no suele
reconocerlo por miedo a que le tachen de no implicarse en el nacimiento y
crianza de su hijo, aunque no tenga nada que ver con eso.
Aunque soy consciente de que resulta un tema controvertido
tengo que decir que el padre o la pareja
no siempre es capaz de ofrecer ese acompañamiento, por mucha buena
voluntad, amor hacia ella, o creerse con derecho sólo por ser el padre. Y el
gran problema, si se quiere dar a luz en un hospital, es que la gran mayoría
sólo permite un acompañante. Ante esta situación, es la mujer quien se
encuentra en la encrucijada de elegir entre su pareja o tal vez otra persona
con la que sabe que tendrá el apoyo y acompañamiento que necesita.
Michel
Odent, un reconocido obstetra francés, ha observado que la presencia del padre
en el parto puede producir más dolor en la mujer o alargar el parto, debido a
la adrenalina de este. Y es que se sabe
que la adrenalina se trasmite. Con esto no digo que el padre o la pareja
deba quedarse fuera. Cada uno de
nosotros conociéndonos, deberíamos ser sinceros con nosotros mismos y reconocer
cómo nos sentimos y si somos capaces o no de ofrecer ese acompañamiento seguro
y libre de miedos. Si no nos vemos capaces siempre podemos trabajarlo junto a
nuestra pareja durante el embarazo.
¿Qué puede hacer el acompañante para ofrecer a la mujer
lo que necesita durante el trabajo de parto?
- Conocer el proceso
fisiológico del parto, de cada una de sus etapas, sabiendo lo que es normal
para permanecer sereno. En caso contrario corremos el riesgo de ponernos
nerviosos o ser invadidos por el miedo, en cuyo caso como comenté antes podemos
transmitir adrenalina a la mamá e interferir en el parto sin casi darnos
cuenta.
- Respetar y fomentar
un ambiente tranquilo, con luz tenue, libre de miradas ajenas y
conversaciones.
- Permanecer con
tranquilidad y presencia, por si en cualquier momento notamos que necesita
algo. Estar pendiente de las necesidades de la mujer que está de parto. Esto
implicar estar atento y receptivo.
- Conocer los deseos
de la mujer de cómo quiere que sea su parto, respetándolos, sin juzgarla, y
ser el encargado de trasmitirlo en caso necesario al personal sanitario.
Cuéntame tu experiencia. ¿Te sentiste segura y apoyada por
tu acompañante en tu parto?
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Mi marido me acompañó en el parto de nuestros hijos y se lo agradecí mucho. Creo que fué una gran experiencia para los dos.
ResponderEliminarPaz de Churumbeles y más
Me alegro de que disfrutaseis juntos de esa gran experiencia.
EliminarA mi m acompañó mi pareja quien me apoyaba y no me distraía. No conozco nadie mejor en mi caso para darme apoyo en mis decisiones del parto y en el esfuerzo
ResponderEliminarContar con el apoyo de la pareja es muy importante, y también lo es tener esa confianza.
EliminarMi parto fue muy bueno y mi acompañante también, me abanicó, me hablaba y cuando llegó la hora de empujar supo estar calladito. Su presencia era lo único que necesitaba, mi compañero, mi mejor amigo, mi aliado, mi marido.
ResponderEliminarMe alegro de que así fuera. No siempre es fácil para ellos si no se han preparado antes, pero desde luego es gratificante saber que están ahí y nos apoyan.
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