lunes, 2 de marzo de 2015

No necesito un epi-no para parir

Hace unas semanas, en el grupo de yoga para embarazadas al que asisto, una mamá nos contaba que estaba utilizando un epi-no para ejercitar su suelo pélvico de cara al parto. Y nos relataba cómo al ir a sacárselo ese día se había hecho un pequeño desgarro, que no tuvo mayores consecuencias. Sin embargo, esta mamá seguía preocupada por seguir usando el epi-no y llegar a los 10 cm de dilatación del epi-no.

  
¿Qué es el epi-no? Se trata de un balón de silicona que se introduce en parte en la vagina y que es hinchado por la mujer con una perilla manual, y se vende como un dispositivo para ejercitar la musculatura del suelo pélvico y la preparación para al parto.

  
Este aparatito, nada barato por cierto, me parece un chisme más de esos que nos meten por los ojos a las embarazadas, haciéndonos creer que lo necesitamos. No voy a entrar en todos esos objetos, grandes y pequeños, que creemos necesitar durante el embarazo o para cuando nazca nuestro bebé, y que en su mayoría resultan prescindibles. Sólo obedecen al torbellino consumista en torno a la maternidad y la crianza, y que en la mayoría de los casos van encaminados a distanciarnos de nuestro bebé y de nuestro instinto.

En el caso que nos compete, el epi-no me parece totalmente prescindible. Porque el mensaje que se le manda a la mujer es que no es capaz de parir sin este aparatito. Y para ello se valen del miedo a la episiotomía (intervención desaconsejada por la OMS). Pero la episiotomía la decide hacer o no el profesional que nos atienden en el parto. Depende más de quien nos atienda y el porcentaje de episiotomías que se realizan en el centro que hemos elegido para dar a luz.

Si a la mujer se nos deja deambular y adoptar la postura que nos resulte más cómoda, no obligándonos a estar en una postura de litotomía, sin prisas, respetando el ritmo del bebé y de la mamá, todo fluye de manera natural, y ni es necesaria la episiotomía ni tenemos siquiera por qué sufrir un desgarro

El proceso de dilatación y del descenso del bebé es gradual y nuestro cuerpo se va adaptando a los cambios. Es importante estar informadas del desarrollo del parto fisiológico. Estamos diseñadas y preparadas para parir y nuestros hijos para nacer. Esto es lo que tenemos que trabajar durante el embarazo, el sabernos capaces.

Aquí puedes leer un resumen de los estudios que se han hecho sobre el epi-no.


¿Has utilizado el epi-no? ¿Cuál ha sido tu experiencia?


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4 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo contigo, en esta sociedad de consumo en que vivimos es tan frecuente que intenten crearnos necesidades que ya ni nos damos cuenta, y muchas veces se hace a costa de crear inseguridades. En este momento de la vida de una mujer es mucho más obvio, y más perjudicial, diría yo, porque es tan fácil no sentirse capaz...
    Además, me gustaría añadir que la última palabra sobre la episiotomía la tiene siempre la parturienta, porque ningún médico puede nunca realizar ninguna intervención a nadie sin su consentimiento (salvo contadísimas excepciones), por mucho consentimiento informado o lo que sea que se haya firmado antes. Porque igual que se puede dar un consentimiento se puede revocar en cualquier momento, y eso el médico tiene la obligación de respetarlo. Porque en sanidad tenemos el derecho y el deber de responsabilizarnos de nuestro propio cuerpo y de nosotras mismas, lo que pasa es que muchas veces no nos dejan. Pero está bien saberlo y ser conscientes de que podemos ejercer ese derecho si queremos (nosotras o nuestrxs acompañantes)

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    1. Por supuesto, la última decisión la tenemos nosotras. Podemos realizar un plan de parto, pero incluso si deseamos cambiar algo nuestra decisión en cada momento es la que cuenta.

      El problema es que la episiotomía, si estamos tumbadas, ni nos enteramos de que nos la van a hacer porque no vemos. Y por desgracia no suelen pedir opinión. Ante eso, si hemos dejado claro antes que no la queremos y a pesar de ello nos la realizan sin pedirnos consentimiento, podemos denunciar.

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  2. Hola! Acabo de descubrirte y acabo de enterarme de la existencia del epi-no. Yo me hice los masajes con aceite de mosqueta antes del parto pero aunque dilaté muy bien y todo iba muy rápido la matrona sin avisar me dió el cortecito de rigor, me cortó y cosió tan mal que me lo deformó dejándome inservible de tal modo que precisé vaginoplastia, era eso y meterme a monja porque me cerró de mas... En fin, gracias por la info que ofreces.

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    1. Hola Ariel, bienvenida!

      Siento mucho que esa matrona no hiciese bien su trabajo, primero por una episiotomía que quizás no hacía falta y segundo por su mala práctica.
      Espero que te hayas recuperado del todo.

      Un saludo

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