El llanto del bebé tiene un fin, es una manera de
comunicarnos su malestar con la intención de ser atendido. Cuando un bebé llora es porque le sucede algo y necesita que tú, de
quien depende para sus cuidados, le ayudes a resolverlo.
Frases como “te quiere tomar el pelo” o “déjale que se
acostumbre” seguramente las habrás oído, con la idea subyacente de desconexión
del sufrimiento de tu bebé, que te está pidiendo lo que necesita de la única
manera que sabe. Es imposible que un bebé te tome el pelo ya
que su cerebro está en pleno desarrollo. No tiene capacidad de razonamiento,
de hecho no será hasta los 2 ó 3 años cuando comience a desarrollarse la
corteza cerebral, cuando comience su mielinización.
Por otro lado, en relación a la segunda frase, simplemente te dejo un par de
preguntas: ¿Quieres que tu hijo se acostumbre a no ser atendido cuando lo
necesita, teniendo en cuenta que no tiene ninguna otra herramienta mas que el
llanto para gestionar tanto sus necesidades como sus emociones? ¿Qué clase de adulto te gustaría que
llegara a ser?
Un bebé actúa por instinto, tiene unas necesidades que
requieren ser satisfechas en el momento, pues vive en el presente. No entiende
(no tiene esa capacidad aún) que puedas tardar en satisfacer sus necesidades
básicas, y esto es así por una mera cuestión de supervivencia.
Cuales son los motivos por los que puede llorar tu bebé y
cómo puedes calmarle en cada situación:
- Hambre. Durante
los primeros meses el bebé necesita comer frecuentemente, las tomas se realizan
a demanda, tanto si el bebé toma pecho como lactancia artificial. El reconocer
las señales que te manda tu bebé cuando comienza a tener hambre (mueve la
cabecita de un lado a otro buscando, se chupa los puños…) te ayudará a
adelantarte antes de que comience a llorar, señal tardía de que tiene hambre.
- Necesidad de
contacto. Una necesidad básica, para el correcto desarrollo de tu bebé durante
sus primeros años de vida, es el contacto físico. El bebé ha pasado nueve meses
contigo, sintiendo en el útero tu abrazo constante, y necesita que esto se siga
manteniendo especialmente durante el primero año de vida. Para calmar aquí a tu
bebé es tan sencillo como seguir tu instinto y cogerle en brazos. Además de ofrecerle amor y seguridad, estás
fomentado sus conexiones neuronales. Un portabebé
te puede ser de gran ayuda, ofrecer esa necesidad de contacto a tu bebé es sólo
uno de sus beneficios.
- Sueño. La idea
de dejar al bebé en su cuna o en el cochecito y que se duerma solo, nos la han
vendido muy bien. Pero esa idea es otra manera de fomentar el desapego y que
nada tiene que ver con un bebé real. Puede que haya bebés (que no hayan sido
sometidos a métodos conductistas) que lo hagan; pero por regla general tu bebé necesita la seguridad de tu regazo
o de tu pecho (si es amamantado), o el movimiento, para coger el sueño
apaciblemente. Incluso es común que si le dejas después en su cunita se
despierte (lo que llamamos la cuna de pinchos). Esta “alerta” del bebé atiende
a un instinto de supervivencia que hemos heredado de nuestros antepasados nómadas,
donde el que se quedaba solo no sobrevivía. Disfruta de tu bebé en una etapa
que no se volverá a suceder. Durmiéndole en tu regazo y teniéndole cerca
durante la noche, bien en su cuna o colehando de
forma segura, os ayudará en este aspecto. Durante el día el portabé
puede ser también un gran aliado, comprobarás la facilidad con la que se
duerme.
- Necesidad de
movimiento. Durante el embarazo tu bebé ha estado en constante movimiento,
fundamental para su desarrollo. El movimiento continúa siendo igualmente
importante después de su nacimiento, y de hecho podrás comprobar cómo él mismo
te lo pide. Aquí, como no puede ser de otra manera, el porteo
le ofrece a tu bebé ese movimiento cambiante y estimulante, que sólo lo da el ser llevado pegadito a tí.
- Pañal sucio.
Puesto que el bebé no tiene otra forma de comunicarte lo que le sucede, puede
ser que el motivo de su llanto sea para decirte que le incomoda un pañal sucio.
Esto es fácil de comprobar. Si cambias a tu bebé y este se queda tranquilo, ese
era el motivo de su llanto.
- Etiqueta que le
pica o pelo estrangulando un dedito. Estos detalles pueden ser los
causantes del malestar y el llanto de tu bebé. Hay que tenerlos en cuenta para
descartarlos si ves que tu bebé no se calma habiéndole ofrecido brazos y
comprobado lo anteriormente expuesto.
- Dolor. Descartar
enfermedad o patología. Cuando tu bebé llora desconsolado y no hay nada que
le calme hay que valorar siempre la posibilidad de que le duela algo. Puede ser
que notes que el llanto es más intenso, aunque esto depende del tiempo de tu
bebé y sus circunstancias. Como madre (o padre) que conoce a su bebé puedes
tener mucha información simplemente observándole, y por supuesto acudir a su
pediatra para descartar cualquier enfermedad o patología.
- Gases y/o
estreñimiento. No hay evidencia de que los cólicos sean molestias
estomacales o intestinales, puede ser más una necesidad de contacto. El masaje,
otra forma de contacto, puede aliviarle, y siempre le hará bien. Si lo
necesitas, puedo enseñarte un masaje para el estreñimiento o gases, si es su
caso.
- Sobreestimulación o
experiencia traumática. Quizá tu bebé necesite llorar para desahogarse de
una situación que le ha resultado sobreestimulante o traumática. Aquí lo
importante sería acompañar ese llanto más que calmarle a toda costa. El bebé
necesita llorar para “echarlo fuera”, y lo más seguro es que no deje de llorar
a pesar de tenerle en brazos, y habiendo descartado otros motivos. Puede
resultarte descorazonador que tu bebé no deje de llorar a pesar de tus intentos
por calmarle, pero lo estás haciendo bien,
tu regazo es su mejor consuelo y donde poco a poco logrará restablecer su
equilibrio con tu ayuda. La habitación del hospital o tu casa llena de
gente tras el parto o tu propia ansiedad, son circunstancias que pueden
sobreestimular a tu bebé. También puede ser que tu bebé sea más sensible y cualquier circunstancia le sobreestimule, cosa que irás observando para tenerlo en cuenta. Por otro lado, un parto difícil o una separación
mamá-bebé tras el parto puede suponer una experiencia traumática para ambos, y
la manera de “soltarlo” para el bebé es el llanto. Portear
a tu bebé os puedes ayudar a ambos a restablecer, como decía, el equilibrio. Un
enmallotamiento correcto o la postura boca abajo en brazos, puede también
ayudar a tu bebé a relajarse.
El llanto es la única forma que tiene tu bebé de decirte que
le sucede algo, y por tanto debería ser atendido siempre. La intención no debería ser anular, sea como sea, el llanto sino
atenderlo o consolarlo. En ocasiones el bebé puede llorar sin que sepamos
bien que le sucede, ya que hemos descartado todas las posibilidades, incluyendo
que pueda estar enfermo. Lo único que podemos hacer aquí es estar a su lado,
consolándole, en el sentido de “llora lo que necesites, que yo estoy contigo”.
Como comentaba antes, puede ser una necesidad del bebé de descargar una
sobreestimulación o una experiencia traumática.
Cuando el llanto de un bebé no es atendido o consolado, este
llora todavía más fuerte, y sus niveles de cortisol suben hasta límites
tóxicos. Puesto que el cuerpo no puede aguantar esta situación durante largo
rato, el bebé termina durmiéndose de puro agotamiento. Digamos que para que no
se produzca un cortocircuito actúan hormonas relajantes para que el cerebro
desconecte. Se produce una disociación, como respuesta del sistema
parasimpático, para conservar energía. Esto
es lo que hace el bebé cuando su llanto no es atendido, desconectar, resignarse,
que no es lo mismo que aprender a calmarse solo. Esto es lo que se conoce como
estrés tóxico o negativo.
Existe también el
estrés positivo o eustrés, necesario para el desarrollo, y que es el que
ofrecemos al bebé en el día a día a través de la estimulación natural. Se
trata de un estrés no mantenido en el tiempo, sino a modo de estímulos
concretos en la relación del bebé con el mundo.
¿Te resulta fácil reconocer el motivo del llanto de tu bebé?
Si tienes alguna duda puedes escribirme a info@soniandoduendes.com. Si lo que
necesitas es una asesoría, ya sea online o a domicilio puedes ponerte en
contacto conmigo en el ese mismo mail.
No hay comentarios:
Publicar un comentario