Esta semana se
celebra la Semana Internacional
de la Crianza
en Brazos. Y no puedo dejar que pase sin
contaros los motivos, tanto desde la evidencia científica como personales, de
la importancia de tener a los bebés en
contacto frecuente junto a nosotros, y especialmente durante el primer año.
Ya hablé hace
tiempo de los beneficios del porteo,
que podéis leer aquí. Pero hoy quiero ir un poco más allá. Estos son los
motivos por los que yo porteo y por los que siempre recomiendo llevar a los
pequeños en brazos:
- Porque disfrutamos teniendo a nuestros hijos junto
a nosotros, ya sea con portabebé, sin portabebé, en casa disfrutando
únicamente del momento, o mientras salimos a pasear, hacer las compras, etc.
Este y el siguiente motivo son más que suficientes, al menos para mí.
- Porque nuestros bebés también disfrutan de ese
contacto. ¿Qué mejor lugar que el regazo de mamá o papá? El continuum tras
esos nueves meses en contacto y movimiento constante en el útero materno,
oliendo a mamá, oyendo a mamá, tocando a mamá y saboreando a mamá. El mejor
antídoto contra el vértigo al vacío del enorme espacio que para un bebé puede
ser cualquier lugar que no sea la calidez de un cuerpo cercano.
- Porque el bebé se siente confortablemente seguro.
Algo especialmente imporartante para el
recién nacido. La transición desde su pequeño y cálido mundo acuático, donde
todas sus necesidades estaban cubieras, al extraño mundo estático, frío, enorme
y distante, excepto cuando se encuentra contenido en el abrazo materno.
- Porque sobre el pecho de la madre se regula el
ritmo cardiaco, la temperatura y la respiración. Igualmente muy imporante
para un recién nacido que está adaptándose a este nuevo espacio, y máxime si el
bebé es prematuro.
- Porque, del
mismo modo, en contacto con mamá o papá
también regulan los ciclos del sueño. Al sentirse seguro, el bebé está más
tranquilo y por tanto concilia mejor el sueño.
- Porque los estímulos que necesita un bebé para su
correcto desarrollo, tanto emocional, físico como intelectual, no es únicamente
el cariño de sus padres sino también el contacto frecuente. El bebé humano
nace con el 25% del cerebro que tendrá de adulto, y necesita de un periodo de
exterogestación, el ser llevado por sus padres, viendo el mundo a través de
ellos. El regazo de sus padres es la justa estimulación que necesita un bebé.
- Porque, como
hemos visto, un bebé sobre el pecho de
su madre tiene todas sus necesidades básicas cubiertas, tiene lo que
necesita para sobrevivir, alimento, contacto y calor. Amor en estado puro.
- Porque cuando son más mayorcitos siguen siendo
pequeños y nos siguen necesitando. Algo que continuarán haciendo durante
mucho tiempo. Si queremos adultos seguros e independientes dejémosles ser
dependientes cuando lo necesitan, cubramos sus necesidades cuando les
corresponde. Por otro lado, un niño no tiene el aguante de un adulto, y en
largas (o no tan largas) caminatas, es normal que se canse.
No quiero
terminar sin recordaros que, un buen
portabebé, ergonómico y que se adapte a nuestras necesidades personales y
familiares, es la mejor y la forma más cómoda de llevar a nuestros bebés y
niños aupa.
No hay más que ver lo felices que van para darse cuenta de que es la mejor opción sin duda alguna.
ResponderEliminarUn beso.
Tu si que nos ves, gracias guapa!
EliminarUn besazo
pues si... el porteo es algo maravilloso!
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