El fin de semana pasado tuve el placer de volver a ver
a Yolanda González en el II Ciclo de Conferencias “Conociendo a Nuestros Hijos”
que organiza la asociación Besos y Brazos.
La conferencia que dio el año pasado trataba sobre “La
Empatía y la Autorregulación en
la primera infancia”. Aunque algunas cosas se han repetido me ha encantado
volver a escucharla, me he dado cuenta de que esta mujer siempre termina
emocionándome, hace que conecte con sentimientos muy profundos. En realidad
creo que ha sido como la continuación a la charla del año pasado. Podéis leer
aquí el resumen que hice de ella, os lo recomiendo, además hice una breve
descripción de su curriculum para los que no la conozcáis.
El tema de las emociones es un tema complicado, en el
sentido de que a muchos nos cuesta reconocerlas, ya que en nuestra infancia no
se nos enseñó a aceptarlas, mostrarlas y canalizarlas, al contrario, se procuró
que las reprimiésemos, porque era lo que nuestros padres también habían
aprendido de pequeños, al igual que sus padres, y así sucesivamente.
Continuamos transmitiendo modelos educativos poco saludables de padres a hijos
sin pararnos a pensar que se puede hacer de otra manera.
Las emociones son necesarias y mucho, son el pilar de
todo lo demás, porque dependiendo de cómo nos sintamos así actuaremos. Las
emociones modulan nuestros pensamientos, se trata de encontrar un equilibrio
entre razón y emoción, y eso se logra en la infancia. Dijo Yolanda que más allá
de la lactancia y un parto natural, la principal preocupación en torno a la
crianza deberían ser las emociones, que son las que mueven todo nuestro mundo.
Esto quiere decir que una mujer que da el pecho a su hijo no es sinónimo de que
sepa relacionarse sana y respetuosamente con las emociones de su hijo y las suyas
propias, por eso que las emociones sean la base para que esta sociedad, que
muchas veces no quiere sentir ni quiere saber, sea saludable en todos sus
aspectos.
No es fácil enfrentarse a las emociones de nuestros
hijos cuando ya nos cuesta enfrentarnos a las nuestras, porque ¿qué ocurre
cuando nos encontramos ante una rabieta de nuestros hijos?, pues que muchas
veces terminamos teniendo nosotros otra rabieta, ya que las emociones de
nuestros pequeños conectan con las emociones de nuestros niños interiores. Hay
que ver al niño pequeño, no a nosotros mismos cuando éramos pequeños, no
debemos mezclar nuestras emociones con las suyas. No es fácil, por tanto, saber
acompañarles, aceptar sus emociones, comprenderles, sin interferir en ese proceso,
enganchándonos en las maraña de emociones que nosotros mismos llevamos
arrastras.
Es muy importante aceptar las emociones, darles nombre
y saber cómo acompañar y canalizar lo que nuestros hijos sienten, nunca
negarlas ni reprimirlas. Es la etapa más vulnerable, de total dependencia (algo
natural, hoy en día tenemos mucha prisa por que crezcan) y en la que está en
juego la futura personalidad del adulto.
Explicó que una emoción es una acción que viene de
dentro y la expresamos hacia fuera, las emociones básicas son la ira, el miedo,
la tristeza y la alegría, todas legítimas y necesarias para nuestra
supervivencia. Las personas que no contactan con sus propias emociones están
robotizadas y son fácilmente manipulables. Matizó que el adiestramiento
comienza en la primera infancia, no permitiendo sentir, racionalizando y
pensando siempre. Una emoción se puede reprimir pero nunca suprimir, y puede
explotar en el momento más inadecuado, a través de síntomas físicos y
emocionales. La salida más adecuada para las emociones es la expresión.
Por otro lado, las emociones de los niños son las
mismas que las de los adultos pero más inmaduras, y necesitan mucho tiempo para
madurar. Los niños viven en el presente, no tienen la capacidad de relativizar
(pensar que mañana será otro día, que el juguete roto puede ser reemplazado,
etc, simplemente son emoción).
Yolanda nos recordó también la importancia del juego,
hasta los 6-7 años es lo principal que
debe hacer un niño. Por eso es conveniente tener alternativas, estrategias,
creatividad (magia) y negociación cuando son más mayorcitos (en torno a los
tres años). De ese modo, entre otras cosas, no necesitaríamos decir "no" tantísimas veces al día, y es que se confunde el “no” con la educación.
El niño es el reflejo de nuestra propia imagen.
Debemos tenerlo muy en cuenta antes de juzgarles para bien o para mal, y mirar
hacia nosotros mismos si algo en ellos nos molesta, nos duele o nos preocupa.
Me encanta que hayas podido disfrutarla de nuevo. Yo tuve el placer de hacerlo en una ocasión y me encantó, pendiente tengo todavía escribir un post resumiendo su charla, pero no puedo. No te molestes con los que te voy a decir, porque creo que me vas a entender. ME ha gustado leer tus dos resúmenes, pero veo que como yo, eres incapaz de transmitir lo que ella transmite, porque creo además de lo que explica, que es interesantísimo, es cómo lo hace. Tiene una capacidad impresionante de conectar y de hacer que conectemos con ella y lo que quiere expresarnos. Sé que me entiendes con lo que te digo, pero quien no la haya sentido no lo entenderá.
ResponderEliminarPues eso, que ya del todo dejo de intentar resumirlo, porque ya lo has hecho tú de la mejor forma posible. O quizás ahora, que tengo unos buenos apuntes (los tuyos) me vea capaz de hacerlo, pero me da que no.
Ojalá pudiera repetir con ella.
Un beso y gracias
Sabes, se me había quedado una sensación de no transmitir exactamente lo que ella nos transmite sin ninguna duda, de ahí que siempre termine emocionándome cuando la escucho. Y veo con tu comentario que es algo común.
EliminarPara nada me molesta. La conexión que logra Yolanda es increíble.
Por cierto, que creo que al final voy a terminar comprándome su libro, porque no me lo he leído.
Un abrazo
Te lo recomiendo 100%, yo lo hice después de su charla, pero en él pasa lo mismo, no te llega tanto como ella en vivo y en directo. Tu tienes la suerte de haberla disfrutado dos veces a sí que seguro que le sacas más jugo que alguien que no lo haya hecho.
EliminarUn beso guapa
Como dices creo que habiéndola ya escuchado me aportará más. Tengo muchas ganas de leerlo, pero también es verdad que que tendría que ponerse a la cola de los libros que tengo por leer.
EliminarBesitos
Carol, me ha gustado mucho la entrada! Quizás os parezca que no llegue tanto como a las que estuvisteis allí, pero las ideas son claras. ¿Cuál es su libro? Un besico!
ResponderEliminarTienes razón Inma, son ideas muy claras. No me refiero a no llegar tanto en el sentido de no entenderlo, es que ella parece que te trasmite sus ideas a través de las moléculas de su cuerpo, como si penetraran en ti por los poros de la piel. Es una sensación muy extraña.
EliminarEl libro es buenísimo, me gustó más que Sin rabietas ni conflictos y se llama Amar sin miedo a malcriar.
Un beso a las dos y perdón por la intromisión.
Yo también lo comparto
Inma, me alegro mucho! Como ya te han dicho el libro es "Amar sin miedo a malcriar".
EliminarPor cierto, que de intromisión nada. "Ni rabietas ni conflictos" es de Rosa Jové, a la que también he visto de nuevo en estas conferencias. Ya os contaré.
Un abrazo
Ah! Lo comparto en facebook con tu permiso!
ResponderEliminarMuchas gracias Inma!
EliminarHoy necesito leeros más que nunca. Ayer estuve en un curso rodeada de gente muy ignorante que, una vez más, demonizaron alegremente la LM a prolongada y a demanda y el colecho, además de mostrar cero respeto por el universo emocional del niño y de su madre. Se me removieron las entrañas y todavía hoy sigo indignada. Cómo me hubiera gustado escuchar a esa mujer, aunque tú has hecho un resumen genial.
ResponderEliminarUn abrazo.
Por desgracia estos aquelarres abundan.
EliminarUna entrada genial por cierto!!!
Un besote
Unaterapeutatemprana, he sentido escalofríos leyendo lo que has vivido, y que por desgracias es el pan de cada día en muchos hogares. Por eso me alegra tanto de que profesionales como tú estén tan comprometidas con el mundo infantil y de la maternidad, ya que llegas a mucha gente.
EliminarUn fuerte abrazo
Marián, muchas gracias! Besitos
Me gusta mucho Yolanda González y su manera de transmitir lo que dice. No he tenido la suerte de verla aún en directo, pero en mi ciudad he podido asistir a alguna conferencia suya grabada en vídeo, una fue el año pasado sobre escolarización y el trauma de la separación que me sirvió de mucho en la decisión de escolarizar o no.
ResponderEliminarComparto totalmente su visión del mundo infantil que sé que tú también, pero en ocasiones qué difícil se nos hace!
Un abrazo!
Habiéndola visto hablar sea en directo o en una grabación creo que llega igual. Un tema también muy pero que muy interesante, últimamente lo tengo muy presente por lo que se nos avecina el año que viene.
EliminarDifícil si, pero no imposible :)
Un besazo
Me gustó mucho este post. Por lo que leo en los comentarios, la conferencia en vivo te deja mucho más que ideas, y eso es muy bueno. Aun así nos has dejado una tarea muy grande, entender nuestras emociones e intentar entender las emociones de nuestros nenes. Tienes mucha razón, hemos aprendido tanto a reprimir nuestras emociones, que estamos desarmados ante los niños que no lo hacen, que son transparentes, y que ahora tenemos que aprender con ellos a canalizar esas emociones. En lo personal, también creo que guardo muchas cosas, tras mi máscara de "todo está bien", jeje, pero obviamente no es así, y ahora con Gabriel es muy intenso vivir mis propias emociones, y verme reflejada en él! ay, Dios, ya no me siento con derecho a enojarme con sus rabietas, porque son IGUALES a las mías. Ay, Dios!!
ResponderEliminarPero bueno, veamos el lado positivo, tenemos una enorme oportunidad de crecer como personas ;-)
La verdad es que en persona transmite muchísimo más que ideas, te llega muy dentro.
EliminarNo es una tarea nada fácil por lo que llevamos en nuestra mochila, por eso debemos también trabajar nosotros mismos mucho nuestras emociones y nuestros fantasmas. Si nosotros tenemos rabietas imaginemos ellos que son niños, pero parece que eso a mucha gente no le importa.
Por supuesto, crecimiento, siempre hacia delante!
Un abrazo
Que suerte haber podido asistir a este tipo de conferencias, por lo que leo ha estado muy interesante y me ha dado qué pensar. Me refiero al hecho de que todo lo que intentamos enseñar pasa por nosotros mismos. Es lógico, pero no siempre lo tenemos en cuenta.
ResponderEliminarUn besazo y gracias por compartir toda esta información, me ha encantado
si nosotros como adultos no sabemos tratar nuestras propias emociones, ¿cómo les vamos a enseñar a nuestros hijos? Todo empieza por nosotros mismo, somos sus modelos.
EliminarMe alegro de que te haya servido.
Un besazo
Experiencias como esta son tan enriquecedoras, es como si abrieran algo dentro de una que permite ver diferente y entender.
ResponderEliminarSaludos.
A mi Yolanda siempre me llega muy hondo, y aunque ya sepamos ciertas cosas te hace reconectar.
EliminarBesitos
Qué interesante, Carol! A mí me gusta otorgarle a las emociones su sitio, permitirme sentirlas y expresarlas si lo deseo. Cierto que hay emociones más aceptadas socialmente que otras. Ojalá sepa también esta sensibilidad hacia las emociones de nuestra hija y respetarlas siempre, entiendo que es una responsabilidad nuestra. Gracias por compartir esta experiencia con nosotras. Muchos besos
ResponderEliminarEs una responsabilidad de toda la sociedad, seguramente las cosas nos irían de otra manera.
EliminarDejemos a los niños expresarse y sentir.
Un besazo
Qué bueno es eso de que las emociones no pueden suprimirse, solo reprimirlas o vivirlas. Me encanta! Tengo un libro entre manos de Yolanda González, seguiré pensando sobre ello.
ResponderEliminarGracias por tus reflexiones, siempre estimulantes.
A mi también me gustó mucho, y es que es verdad. Yo tengo que hacerme con el libro de Yolanda.
EliminarGracias!
Besitos
Me ha encantado esta entrada. Es un gran tema para reflexionar. Pondré el libro de Yolanda González en mi lista de libros pendientes.
ResponderEliminarGracias por compartir.
Besos!
Gracias, me gustó mucho la conferencia. Yo ya tengo el libro "Amar sin miedo a malcriar" pendiente de hacerme con él.
EliminarUn abrazo
Gracias por compartir esta reflexión!
ResponderEliminarEstoy tan de acuerdo con lo que comentas... y a la vez resulta a veces tan difícil de gestionar cuando nuestro entorno suele poner poco de su parte (como comentas en el post anterior).
Un beso grande
Uf, últimamente estoy un poquito harta de tanto comentario de la gente hacia Minerva, que si es mala porque no para, que si no habla mucho (sea mediante palabras o gestos se comunica perfectamente), que si mira fulanito que me da un beso y tu no, que si ya le estoy empezando a quitar el pañal ¿?, sin importar para nada sus ritmos y lo que ella siente ante tanta insistencia.
EliminarPerdona que me haga desahogado, pero me tienen frita.
Un besazo
Me encantó el post. Gracias por compartir la experiencia y el conocimiento transmitido.
ResponderEliminarMe alegro de que te gustase. Yolanda trasmite tanto...
EliminarBesitos
Hola Carol, como no tengo tiempo para nada he tardado mucho en acercarme por tu blog para leerte un ratillo. Me ha gustado mucho la entrada, haces una buena síntesis de lo esencial en el desarrollo de un niño.
ResponderEliminarMe alegra mucho ver que cada vez más las emociones van cobrando el protagonismo que merecen. Yo, como psicoterapeuta, siempre ando luchando para que los padres trabajen con esfuerzo ese elemento, al fin y al cabo el que marca la diferencia en el sano desarrollo de nuestros hijos (una vez salvandos los problemas graves de salud, claro.
Besos.
Nos faltan horas, verdad?
EliminarMe alegro de que te haya gustado.
Las emociones son muy importantes, el problema es que muchos padres no sabemos ni cómo enfrentarnos a nuestras propias emociones. En ese caso deberíamos trabajarlas, tanto por nosotros mismos como por nuestros hijos.
Besos