Este fin de semana estuvimos en casa de unos amigos para celebrar el primer cumpleaños de su pequeño. Durante ese estupendo encuentro donde los peques lo pasaron fenomenal, y los adultos también, todo hay que decirlo, estos papás nos contaron que habían sufrido alguna noche (esporádica) de terrores nocturnos. El nene comenzaba a llorar, sin ni siquiera abrir los ojos, y continuaba llorando desconsoladamente durante quince o veinte minutos. Tanta fue su angustia la primera vez, y sin saber muy bien qué le sucedía, que ya estaban listos para irse a urgencias cuando al nene se le pasó sin más y continuó durmiendo. En la visita al pediatra les confirmaron que se trataba de terrores nocturnos.
Hace tiempo otros amigos de un niño algo más mayorcito, tendría por aquella época año y medio, nos relataban una experiencia similar. El niño se despertaba llorando a grito pelado, se sentaba en la cama con los ojitos abiertos, sudando, y no eran capaces de calmarle de ninguna manera, incluso parecía mostrarse violento cuando se le acercaban. En este caso los papás pensaban que eran pesadillas, pero gracias a que había leído “Dormir sin llorar” de Rosa Jové (nosotros por ahora no hemos tenido que pasar por esa angustiante situación y espero que sigamos así), les dije que seguramente eran terrores nocturnos. Nunca habían oído hablar de esto.
Hace poco hablé del espasmo del sollozo, y sin bien no es lo mismo tienen en común esa sensación de no poder hacer nada por evitarlo, y el susto si no sabemos de lo que se trata. Por eso quería contaros un poco sobre el tema, para que a nadie le pille desprevenido.
Los terrores nocturnos son calificados por Rosa Jové como uno de los verdaderos problemas del sueño, y no los despertares que tienen l@s más pequeñ@s, que son completamente normales y parte de su desarrollo.
Dentro de los trastornos del sueño se consideran parasomnias, acontecimientos o conductas anormales durante el sueño. En el caso de los terrores nocturnos se suceden en la primera mitad de la noche, en la fase no-REM. Se trata de una alteración de la fase IV del sueño profundo (hasta los 6 años esta fase es más profunda que en los adultos), al pasar de esta a una fase más ligera que le sigue. El trastorno surge ante la imposibilidad de aligerar el sueño. En realidad continúan dormidos, aunque tengan los ojos abiertos.
Pueden producirse por estrés durante el día, algunas enfermedades, ansiedad, o síntomas como la fiebre. También se producen por falta de sueño, ya que al estar más cansados alargan esa fase de sueño profundo (que igualmente hacemos los adultos para descansar cuando hemos dormido poco), haciéndola más profunda aún con la consecuente alteración al intentar pasar a una fase más ligera.
Aunque pueden comenzar a producirse a los 6 meses, son más frecuentes entre los 2 y los 5 años.
Cómo podemos tratarlos:
- Intentar que l@s pequeñ@s se vayan a dormir tranquilos y no excesivamente cansados (pueden dormir durante el día las siestas que necesiten).
- No despertarles durante los terrores nocturnos. Podríamos alterarles, pues ni saben lo que les están sucediendo ni recordarán nada a la mañana siguiente. Además a los 10 ó 20 minutos continuarán durmiendo como si nada hubiese sucedido. Este trastorno es similar al sonambulismo en ese sentido.
- Permanecer junto a ell@s para evitar que se hagan daño, y poco más, porque muchos no toleran el contacto físico.
- Despertarles poco antes de que sucedan los terrores nocturnos (despertares programados) cuanto estos son muy frecuentes y terminan por hacerse daño en ese estado de agitación.
Por lo que describes Iván de vez en cuando los sufre, hay noches que de repente se pone a llorar como un loco, llora, grita, no deja que nos acerquemos o bien nos llama, pero durante el tiempo que dura es prácticamente imposible consolarlo. Luego, de golpe se duerme plácidamente y como si nada. Y ciertamente, es angustioso.
ResponderEliminarCarol, la verdad es que cuando lees o escuchas hablar del tema crea una sensación de angustia. A nosotros no nos ha pasado de momento pero está bien conocer algo sobre el tema porque debe impactar. Gracias por compartir tus conocimientos! Un abrazo
ResponderEliminarINteresante! yo también traté algo de este tema en mi blog http://kym-casitadepaja.blogspot.com/2011/11/y-ya-que-estamoslos-miedos-parte-1.html
ResponderEliminarMi hija los ha sufrido, y mucho. Fue angustiante, horroroso...ya está superado, menos mal. Ahora la "nueva moda" son las pesadillas.
Tal y como lo has contado a mi nene con 15 meses le ha pasado alguna vez, se pone a llorar un rato con los ojos cerrados y no hay forma de calmarle, luego sigue durmiendo placidamente.
ResponderEliminarHabía oído hablar de ellos, espero que mi peque no llegue a sufrirlos, ellos lo pasan muy mal y la frustración que nos produce el no poder hacer nada también es horrorosa. Nunca olvidaré lo que sentí cuando tuvo los cólicos. Gracias por los consejos!. Un saludo
ResponderEliminarNereida, tiene que ser duro ver a tu niño llorando y no poder hacer nada para calmarle. Espero que con este post al menos os quedéis más tranquilos sabiendo lo que le sucede. Un abrazo
ResponderEliminarCocolina, cuando oyes a estos padres relatar los sucedido se les nota esa angustia en la cara. Al menos sabiendo de lo que se trata supongo que será más llevadero. Un besazo
Kym, me alegro de que ya esté superado. Al menos con las pesadillas podéis consolarla, aunque por otro lado pueda acordarse luego de lo sucedido. Espero que se solucione. Un abrazo
MamaEncantada, por lo que dices, sí, y más si es en la primera mitad de la noche. Ya sabeis lo que le pasa, y que con el tiempo se le irá pasando. Espero que lo antes posible, porque no es nada agradable ver a tu hijo así. Besitos
Yaneth, es verdad, es muy frustrante verlos así y no poder hacer nada para calmarles. Se debe pasar fatal. Un abrazo
Nosotros ya hemos pasado por alguno y son verdaderamente angustiosos, el mio se calma cantándole
ResponderEliminarNosotros tuvimos una epoca de terrores nocturnos. Es angustioso, lo unico que puedes hacer es estar ahí para que se vuelva a dormir y abrazarle si lo necesita (estanjanito no quería que le tocaramos). Se pasan, muchos son una epoca y otros desaparecen con la edad
ResponderEliminarNosotros también hemos vivido algo parecido algunas noches entre los 2 y los 3 años. Se pasa muy mal, además mi peque podía estar chillando y llorando por espacio de una hora sin lograr calmarla y eso es muy frustrante ya que poco se puede hacer. Ella no aguantaba en esos momentos el contacto físico pero al mismo tiempo me buscaba y me hacía daño o se lo hacía así misma... en fin es muy desagradable, ahora hace ya bastante tiempo que ya no se producen. Yo siempre lo atribuí a rabietas nocturnas por pérdida del sueño pero tu post me hace pensar que quizás fueron terrores nocturnos aunque no sé hasta qué punto ella estaba dormida o despierta.
ResponderEliminarUn abrazo!
Por ahora a mi bebé no le ha pasado lo de los terrores nocturnos pero si lo del espasmo del sollozo. Gracias por este post! Es bueno saber de todas estas cosas para saber que hacer en caso de que se presenten.
ResponderEliminarTricius, es bueno saberlo por si alguna vez nos sucede, que espero que no, porque debe pasarse realmente mal. Un abrazo
ResponderEliminarEstanjana, menos mal que se terminan pasando, pero esos diez o veinte minutos deben hacerse eternos. Me alegro de que haya pasado. Un besazo
María M., uf, qué angustia y qué duro. Por lo que cuentas tiene toda la pinta de terrores nocturnos, aunque tratándose de una hora ya no sé qué decirte... En los terrores nocturnos siempre están dormidos, a no ser que se despierten, pero en ese caso vuelven en sí desorientados y sin saber qué está ocurriendo. Cuanto me alegro de que todo haya quedado atrás. Un besazo
Zary, esperemos no tener que sufrirlos, verdad? Igualmente deseo que no tengáis que pasar otra vez por el espasmo del sollozo, son situaciones tan desagradables. Besitos
La verdad es que tiene que ser angustioso para un padre ver a su hijo pasarlo tan mal y no saber que hacer.
ResponderEliminarMi hijo no tiene terrores nocturnos ni los ha tenido nunca pero sí se despierta a veces en mitad de la noche gritando "mamá" y llorando. Por suerte se le pasa en cuanto me ve o nota mi mano acariciándole y en seguida se relaja y sigue durmiendo. Pero sólo ver su carita de terror y notar su corazón a 100 por hora te da una idea de la angustia que ha debido tener.
Silvia:
ResponderEliminarDesde luego tiene que ser descorazonador verles así. Yo espero no tener que pasar por eso. Ahora si lloran porque han tenido un mal sueño o porque quieren sentirnos cerca, sólo tenemos que acariciarles y se les pasa al momentos.
Un abrazo
Yo me he leído el libro de Jové también pero me viene muy bien que recuerdes estas cosillas, no soy un experto en trastornos de sueño infantil a pesar de trabajar con niños, y reconozco que tu post me ha refrescado alguna información importante. Me ha gustado mucho, un saludo.
ResponderEliminarDiego:
ResponderEliminarMe alegro de poder ser útil.
Son temas que a veces nos pasan inadvertidos o incluso que no se conocen, y creo que es bueno que los padres sepan enfrentarse a esos problemas, mas que nada porque pueden asustarse.
Un saludo