A pesar de que todavía queda tiempo para las navidades ya tenemos tres catálogos en casa de diferentes tiendas de juguetes y estamos decidiendo qué es lo que les vamos a pedir a los reyes magos para la pitufa.
Ayer, aprovechando que era fiesta en Madrid nos acercamos a un centro comercial. No es que nos guste mucho ir a estos sitios pero pensamos que si Minerva se encontraba entre todos esos juguetes quizás mostrase algún interés por alguno en particular. No fue así, a ella le daba igual. Eso sí, al menos se lo pasó pipa jugando en la zona de los peluches a su aire (donde menos gente había).
Sin ella pedir nada, supongo que ya llegará ese momento y entonces ya veremos cómo lo gestionamos, nos encontramos comprándola una marioneta, un búho de peluche (puesto que es la representación de su nombre nos hacía mucha ilusión), un par de animalitos de plástico (le estamos haciendo una colección), un carrito de la compra (le gusta mucho llevar las cosas de un sitio a otro y arrastrar las sillas de casa) y unas pinturas especiales para niños pequeños que le daremos más adelante. El caso es que menos las pinturas y el búho lo demás se lo dimos en cuanto llegamos a casa.
Así que me pongo a pensar y veo que se va a juntar con un montón de juguetes, pues nos gustaron tres o cuatro cosillas para pedir a los reyes magos (los tíos y abuelos), además de las sorpresillas que seguro que nos llevaremos de algún familiar o amigo.
Me doy cuenta de que los regalos son cosas que a nosotros nos gustan o nos hacen ilusión, como un garaje de coches que no tuve y me hubiese gustado tener de pequeña, y ahora quiero comprárselo a ella (adaptado a su edad); o una Nancy chulísima, con su bebé cargado en el portabebés y un perrillo paseando a su lado (“esa eres tú” me decía mi hermana, ja, ja, la muñeca es más mona), pero como todavía es muy pequeña y no soy de comprar muñecas estoy por pedírmela yo para reyes, a lo que hemos llegado, ni yo me reconozco, vergüenza me da confesarlo.
Hasta que ell@s no nos dicen lo que quieren lo que les compremos será lo que a nosotros nos guste. Por eso me entra la duda de si será lo más idóneo para ella, y mira que intentamos siempre que sean juguetes didácticos. Por eso hemos decidido que lo único que nosotros personalmente le vamos a comprar para esas fechas va a ser cuentos, que eso si sabemos que le encantan, nos va trayendo uno detrás de otro para que se los contemos, y eso que algunos se los tiene que saber de memoria.
Creo que no le hacen falta tantos juguetes, primero porque es muy pequeña (tampoco creo que le hiciesen falta si fuese más mayor), ya digo que con cualquier cosa se entretiene; y segundo porque no creo que sea bueno atosigarles con tantos juguetes. Comprándoles tantas cosas sólo conseguimos que se aburran y que no tengan oportunidad de desarrollar la imaginación.
No me gusta nada el derroche y el consumismo de estas fechas, parece que nos entrase la locura por gastar lo que no tenemos, de rompernos la cabeza para no regalar lo que ya se tiene (tenemos de todo) y de no ser menos que los demás. No quiero inculcarle eso a mi hija, ni en navidades ni el resto del año.
A veces nos emocionamos y entramos a saco en la compra compulsiva, como si nuestr@s hij@s necesitasen todos esos juguetes, como si su felicidad dependiese de ello, cuando en realidad lo que necesitan es tiempo con sus padres, su atención, su cariño, el juego compartido.
Otro punto es que no soy creyente, con lo que aunque me dejo llevar por la tradición, cada vez me gusta menos. ¿Qué le voy a explicar a mi hija sobre los reyes magos si no creo en nada de lo que hay detrás? No quiero quitarle la ilusión ni tener que enfrentarla con lo que todos los niños creen, pero cuando comience a preguntar me va a costar entrar en ese juego. Me gustaría crear una historia para ella, como que son los duendes y las hadas de los bosques quienes traen regalos desde su mundo mágico, en fin, como digo, imaginación al poder.
Hija, yo montaría un mercadillo con todos los juguetes de Iván, y si te digo que solo le hace caso a unos pocos... nosotros le comparemos un detallito para ponerle debajo del árbol en reyes, pero poco más porque entre abuelos, tíos y amigos no damos abasto con tanto regalo.
ResponderEliminarYo tampoco soy creyente, bueno, más exactamente soy creyente no practicante, pero hija, me encanta la navidad, y tengo tan buenos recuerdos de mi infancia y la ilusiòn de los reyes, que no quiero privar a mi hijo de ello.
Vale, no crees... ¿pero en los duendes y hadas, sí?
ResponderEliminarComparto la idea de no comprar muchos juguetes (ni mucho de nada) y menos, algo que no va a usar por edad, cada cosa a su tiempo.
Leyéndote... ¡pues sí que has cambiado, amiga! jajaj no te imagino con la Nancy (que por cierto, las de ahora son "mu" feas... ayss lástima)
¡Ay, otra cosa! no creo que haya que dar tanta importancia al hecho de que ell@s no elijan por ser pequeños... no pasa nada, las personas que les quieren lo harán lo mejor posible, si se equivocan, lo habrán hecho con la mejor intención, pero insisto, no creo que pase nada...
En fin... espero que se publique el comentario, porque ya han sido varios los post en los que he comentado y no se queda ninguno, no se por que :(
A mi tampoco me gusta nada el consumismo que traen estas fiestas.
ResponderEliminarNuestro depto rebalsa de juguetes (demasiado) y la verdad que son muy pocos con los que realmente juega (hablo de Abril, porque Bianqui la verdad que juega con cualquier cosa menos con juguetes :P)
Encima todooos los demas parientes siempre son muy generosos en estas fechas asi que nosotros ultimamente optamos por comprar un solo regalo para cada una. Aunque es cierto que muchas cosas nos tientan...Me pasa a mi tambien...jeje
Un abrazo Carol!!!
Es una pasada con todos los juguetes que se juntan...a mí no me parece ni educativo ni constructivo ni nada...porque esa no es es la realidad de la vida.....
ResponderEliminarVaya temita..., esa es mi eterna lucha con la familia. Yo quiero que le regalen algo entre todos (cada familia) y me toman por loca, así que muchas veces les digo que dinero y así se lo meto en la hucha. Arreando!
ResponderEliminarNo tiene 3 años todavía y tiene 3 cestos enormes llenos de juguetes a los casi ni mira.
Un derroche vergonzoso, claro que ya tengo el plan de evacuación preparado, voy a donar más de la mitad.
Nereida, cuando era más bebé la gente le regalaba ropa, pero ahora les hace más gracia los juguetes y no se dan de los que acumulan. Yo también tengo recuerdos estupendos de mi infancia en reyes, por eso tampoco quiero robarle eso a ella. Un abrazo
ResponderEliminarAroa, no creo en las hadas, pero puestos a fantasear me parece más bonito. Pues las Nacys que he visto yo son muy monas, oye y no te pienses que me voy a poner a jugar con ella ;) Se que les compramos los juguetes con la mejor intención, pero detrás muchas veces están nuestros deseos insatisfechos y nuestros prejuicios. Un besazo
Bren, es verdad, luego hay muchos juguetes con los que no juegan, se interesan por cualquier otra cosa. A ver si conseguimos no dejarnos llevar. Besitos
Mamá de un bebote, estoy de acuerdo contigo, ya no porque no sea la realidad de la vida sino porque hay otras maneras de jugar. Un abrazo
Teta, esa idea me parece genial, pero creo que también a mi me tomarían por loca, y con mi familia política lo del dinero imposible. Eso me veo yo haciendo dentro de nada, donando juguetes, porque en nuestra diminuta casa todos no cabemos. Besitos
El año pasado fue una exageración de juguetes lo que se le regaló a mi hijo... resultado, no hizo caso a muchas cosas. Este año quiero la mitad o menos!! y si hay más los guardaré y los iré repartiendo a lo largo del año. Los niños no necesitan tantos juguetes, en absoluto!
ResponderEliminarSobre el tema de las navidades, complicado. Nosotros tampoco somos creyentes, pero mi familia sí, y la de mi marido. Con lo cual te arrastran. En el colegio, por muy laico que sea, se celebra la Navidad..... y al final tienes que meter a tu hijo en ello, no es justo privarle de la parte lúdica y bonita. Pero es difícil, ya te aviso, sobre todo ser coherente con una misma.
Ay, cuando tengas la historia me la cuentas... nosotros estamos igual, no somos creyentes. La diferencia esq eue n mi acso, mis padres tampoco lo son y en mi casa no se celebró nunca la Navidad en mi infancia, ni arbol, ni regalos, ni cenas, nada... yo crecí un poco traumatizada por eso y no quiero que Valeria lo pase, así que sí habrá árbol, regalos y lo demás... papá dice que le podemos decir que celebramos la llegada del invierno y no me parece mala idea...mientras no pretenda que hagamos la misma fiesta cada estación! XDXD
ResponderEliminarSe cae en el consumismo en las fiestas navideñas porque la gente está olvidando los verdaderos valores de la Navidad.
ResponderEliminarEs cierto que los niños no necesitan tantos juguetes e incluso es perjudicial para ellos saturarlos.
Ya en otro orden de cosas estoy de acuerdo con lo que ha dicho AroaPatri, las Nancys de hoy en día no son tan encantadoras como las de antaño, por cierto que he curioseado en la red en busca de una Nancy de los años 70 y algunas alcanzan hasta los 300 euros!
Ya irás capeando el temporal como puedas...
Un abrazo!
Yo estoy de acuerdo contigo Carol pero, ¿y qué hacemos el día de Reyes? ¿Qué les regalamos y qué decimos a familiares y amigos que regalen a nuestros hijos? Me harían mucha más falta que mis padres me regalaran las cortinas y la colcha de la habitación del peque o que mi suegra me comprara un nuevo abriguito para el canijo, pero me siento tremendamente egoísta si pido eso a pesar de que sé que mi hijo no hará ni puñetero caso a las decenas de regalos que le hagan estas Navidades...
ResponderEliminarPor lo menos trataré de escoger juguetes educativos...
yo trato de encontrarle el lado bueno que es su carita de emocion cada vez que ve un regalo! y me encanta hacerle regalos porque a ella le gusta hasta un lapiz negro para dibujar... y cuando vamos al shopping, la dejo entrar a las jugueterias, le encanta mirar y no quiere salir, pero hasta ahora nunca me pidio un juguete. soy yo la que le ofrezco (si esta dentro de mis posibilidades). a pesar de que le encanten los regalos todavia no es consumista =)
ResponderEliminarA MI TAMBIEN ME ENCANTA REGALARLE LIBROS! de hecho planeo construirle una biblioteca para su pieza...
besitos!
Es cierto que la Navidad con niños comienza a tomar otro color y vives emocionada cada cosa nueva que ellos van a descubrir y de su mano, tú también. Imagino que con los regalos ocurre un poco igual y hasta que ellos elijan claramente vamos comprando lo que creemos que les gusta, aquello que parece llamar su atención o consideramos didáctico. Luego ellos le dan el uso que les parece, como lo de arrastrar las sillas, jaja. Igual que la Cereza con la silla de playa todo el día por casa y alcanza una velocidad que no veas, te atropella!
ResponderEliminarNo somos de comprar muchas cosas, la verdad, pero no sé cómo lo hacemos que nos sigue pareciendo que hay demasiado.
Qué gracia me ha hecho lo de la Nancy porteadora para ti! :)
Muy buena Carol,
ResponderEliminaryo me he preguntado lo mismo con el tema de los reyes magos, ¿qué le voy a decir, si a mi ni me van ni me vienen las navidades? supongo que recuperaré la ilusión cuando llegue el momento y vea su cara de alucine al ver la cabalgata.
Lo que sí tengo claro es que intentaré a toda costa no transmitirle el consumismo y la costumbre de acumular y acumular objetos, que no hacen más que estancar las energías de las casas (yo me incluyo, pero me estoy quitando eh? jeje).
Me gustaría que estas navidades no le regalasen juguetes todavía, pues no se va a enterar, y tampoco para su primer cumpleaños. Creo que con los que tiene ahora ya vamos bien surtidos. De momento dimos aviso de que cosas grandes no, por favor, que ya bastante tetris hemos estado haciendo en la casa para que nos lo revienten, y se ha ido respetando, veremos qué pasa estas navidades, colará el mensaje de que preferimos libros y tarjeta-regalo para ropa?
Muy buena idea lo de la donación de juguetes y algo que se debería recuperar es la costumbre del trueque. Se celebran por ahí reuniones tipo "tupperware" en las que la gente se junta en una casa con la excusa de hacer trueque de ropa, por ejemplo y, ya de paso, se ven las caras, se toma algo y se pasa un rato agradable.
Besitos y, para dar ejemplo de lo contrario que estamos comentando: voto por esa Nancy para ti eh!
Los niños hoy día tienen un exceso de todo y corremos el peligro de que no valoren nada y que incluso no sean felices con todo lo que tienen. En mi caso, tras la ilusión de la sorpresa inicial, poco juegan con muchos de los juguetes que les regalan. Al final pasamos todas las tardes haciendo puzzles, pintando o jugando con algo tan tonto como pelotillas hechas con trozos de papel
ResponderEliminarCarol, a mí sí que me gusta que tenga juguetes -muchos hechos por mí-, aunque no en exceso claro está... Buscando sobre todo calidad y materiales nobles (madera, tela...)..., huyendo del consumismo y viendo que con pequeñas cosas casera podemos jugar...
ResponderEliminarNosotros tampoco somos creyentes, vamos a celebrar la llegada del invierno... Papa Noel y Los Reyes Magos lo celebran con nosotros. Son seres de un mundo imaginario, que seguro que a nuestros hijos les hará ilusión como nos hizo a nosotros de pequeños sin saber muy bien si su origen era cristiano o no.
Huyamos de la parte comercial y quedémosnos con la parte mágica.
Besos!
Belén, también yo he pensado que si se junta con demasiados juguetes le guardaré alguno para más tarde. Desde luego que te arrastran con la navidad, aunque como dices no quiero privarla de que la disfrute como niña. Un besazo
ResponderEliminarDe chupetes y babas, lo de la celebración del invierno me parece una idea excelente, creo que empezaremos por ahí. Ja, ja, ja, mientras la celebracion de las demás estaciones sea algo más sencillo... Besitos
María M., de verdad espero que no se junto con tropocientes juguetes, porque en ese caso los guardaré para más adelante. Oye, pues yo tengo un par de Nancys, aunque no las vendería. Yo las que he visto de ahora son muy monas (algunas). Un abrazo
Silvia, nosotros hasta ahora hemos ido pidiendo cosas necesarias, aunque claro, es más pequeña, pero ahora ya empiezan a quererla comprar todos juguetes. Entiendo lo que dices, pero que le regalen algo de ropa tampoco me parece egoista, porque igualmente tendrá sus juguetes. Un besazo
Pao, qué bueno lo de la biblioteca. A mi también me gusta regalar, y lo hago, pero no quiero que tenga tanto que ni se acuerde de lo que tiene. Besitos
Cocolina, nunca me ha gustado el consumismo de las navidades, aunque he de reconocer que siempre nos hacemos regalitos entre la familia y mi compañero, pero ahora con la nena nos emocionamos pensando en lo que va a disfrutar que perdemos un poco el norte, menos mal que nos hemos dado cuenta a tiempo. Un besazo
Krol, yo también intento quitarme, ja, ja, mas que nada porque en nuestras minicasas puede ocurrir que nos tengamos que salir nosotros para meter tanto chisme. Nosotros ya te digo que no vamos a conseguir ni de broma que no la regalen juguetes. Lo del trueque o mercadillo es una idea genial. Mira que al final me pillo la Nancy ;)
Sandra, si es que eso es lo que veo que va a suceder, que terminará jugando con cualquier cosa. Además los puzzles y la pintura me parece de lo más entretenido. Un abrazo
Inma, la celebración del invierno, como le he dicho a otra mamá, me parece una idea genial. Y tal y como lo has contado tú me encanta. A mi me gustan las manualidades y sería estupendo hacerle algo a la pitufa, pero con ella por aquí correteando difícil lo veo. Besitos
Yo siempre le dejo unos jueguetes a mano y otros los guardo en una caja. Para que no tenga tanta informacion, tanta oferta... Y se los voy rotando. Un poco porque soy terapeuta y otro poco para alimentar su creatividad e imaginacion.
ResponderEliminarLa anterior soy yo, Pao. www.creciendojuntas-mariaypaola.blogspot.com
ResponderEliminar¡Cómo te entiendo! Es una pasada. Yo les guardo la mayoría y se los voy sacando poco apoco..a lo alrgo del año.
ResponderEliminarE imagina cómo se me multiplica el problema con M. que es el tercero y tiene absolutamente de todo, heredado de sus hermanos: bici, triciclo, patinete, trenecito, construcciones. De todo.
ES que no quiero que le regalen nada.
Yo a los tres siempre les pongo libros.
Pao, creo que es muy importante fomentar la creatividad y la imaginación, yo al menos lo intento.
ResponderEliminarPorfinyomisma, eso acabaré haciendo, guardarlos y sacándolos durante el año. Es lo que tiene ser el pequeño, que se tiene de todo, en exceso. Nosotros le regalaremos cuentos para reyes, eso seguro. Besitos
Estoy muy de acuerdo contigo en muchas cosas. Es cierto que estas fiestas ya hartan por el consumismo de todos nosotros, es un horror si lo pensamos bien. No tiene límites. Pero bueno, en el tema de los Reyes, en mi caso sí les meto la ilusión de los Reyes Magos, porque yo aún la tengo y recuerdo lo feliz que era de pequeña imaginándomelos y qué nervios mezclados de ilusión tenía la noche del 5...
ResponderEliminarEn cuanto a los regalos, creo que intentaré limitarlos: o uno grande, o varios pequeños. Tal vez un patinete tipo bici que he visto en internet o juegos didácticos.
Reyes=ilusión:
ResponderEliminarEl caso es que yo tengo recuerdos estupendos de mi infancia, la ilusión y los buenísimos momentos, por eso no quisiera quitarle eso a mi hija, pero me gustaría que fuese sin el componente religioso.
Saludos