lunes, 12 de septiembre de 2011

¿Necesito separarme de mi hija?

La pregunta está bien formulada. No pregunto si es ella la que necesita separarse de mí, para que “vaya aprendiendo” o para que “no se enmadre”. Lo que yo me planteo, últimamente, es si yo necesito separarme unas horas de mi hija.

¿Por qué me lo pregunto?

Al principio era para saber, si alguna vez yo tenía que ir a algún lado, que los tres estaríamos bien. Saber que el papá y la pitufa se apañarían y no me echarían en exceso de menos, y que yo también estaría tranquila. Las ocasiones en las que el papá y Minerva están solos es cuando se la lleva en la mochila, por las tardes o los fines de semana por la mañana, mientras saca a nuestro perrillo a pasear; o en casa, el tiempo que tardo en ducharme o en la cocina (el día que cocino yo); bueno, y cuando se echan la siesta juntitos (aunque últimamente no tanto porque la nena ha decidido que eso es perder el tiempo).

Luego la pregunta se ha ido ampliando. Y es que últimamente, además de algunas preocupaciones que me rondan por la cabeza, que ahora detallaré a continuación, hay días que me agobio mucho con Minerva y necesito un tiempo para mí en exclusiva, cosa que además me hace sentir mal.


En casi un año juntas sólo nos hemos separado en contadas ocasiones. El día que más tiempo estuvimos separadas no pasaron más de tres horas, y casi todas nuestras separaciones han sido motivadas por visitas hospitalarias a familiares.

Si no nos hemos separado más es porque no veía la necesidad. Minerva me necesitaba y yo a ella, y siempre tuve claro que si tenía hij@s era para disfrutar con ellos. Por eso no concibo ir a ningún sitio sin mi hija, a no ser que sea por fuerza mayor. Al contrario, busco actividades que podamos hacer juntas fuera de casa. No hace mucho, en las fiestas del pueblo de mi compañero de ruta, los amigos nos alentaban a dejar a la niña con los abuelos para poder irnos de fiesta por la noche, pero ni tengo ganas de andar hasta las tantas por ahí de juerga ni de dejar a mi hija sabiendo que se va a despertar buscando su tetita.

La primera vez que nos separamos fue cuando Minerva tenía tres meses y operaron a mi padre del corazón. Sólo podíamos entrar en la UCI dos personas una media hora. Así que el papá se quedó con la bebita dando un paseo en las inmediaciones del hospital mientras que yo subía a la sala de espera a reunirme con mi madre. Me costó horrores separarme de mi hija, aun sabiendo que se quedaba con la persona en que mayor confianza podía dejarla. Tardaron en llamarnos y yo estaba nerviosísima por entrar de una vez, no por ver a mi padre sino porque cuanto más tardásemos en entrar más tardaríamos en salir. Una vez allí el tiempo se me hizo eterno. Estaba preocupada por mi padre, se me ponía la piel de gallina viéndole tan débil y todavía sin estar fuera de peligro, pero me sentía mal conmigo misma porque estaba deseando salir de allí para reunirme con mi pequeña, a pesar de que mi padre, el pobre, nos pedía que no le dejásemos. Fue la primera hora que pasé separada de mi pequeña, tan lejos, sin oírla, sin olerla, sin sentirla, sin verla, sin tocarla, sin saber que estaba bien. La necesitaba, sentía dolor físico, creo que nunca había sentido algo así en la vida. Era como si me separase de una parte más de mi cuerpo, de mi alma, es difícil describirlo con palabras.

No quiero ni imaginar cómo tienen que sentirse las mujeres que dejan a sus bebés a las dieciséis semanas para reincorporarse al trabajo.


Pero llevo un tiempo, unos días, en que me siento diferente en este aspecto. Siento como si mi apego hacia ella hubiese cambiado (no se si apego es la palabra que estoy buscando). El vínculo con mi hija sigue inquebrantable, pero me veo capaz de separarme por más tiempo de ella, siento que podemos estar separadas durante unas horas sin que ninguna de las dos sufra. Por un lado me parece algo bueno, pero por otro es como si perdiese ese apego, como si perdiese a mi bebita, y es que se está convirtiendo en mi bebé grande y siento que estoy perdiendo algo.

Ya no es el bebé dependiente totalmente se mí, de su madre, inseparable. Sé que puede estar tranquilamente con los abuelos sin mí (me lo ha demostrado alguna vez, al principio a mi pesar, será que me he malacostumbrado, je, je), y le gusta, pues tiene pasión de abuelo materno.

Tiene muy claro lo que quiere y lo que no, y te lo hace saber. Es una niña que necesita muchos estímulos, que le encanta explorar, imparable e incasable, que hay días en los que apenas se echa siesta o directamente ni se la echa porque quiere estar correteando en casa, en la calle o donde sea pero sin perder el tiempo durmiendo, que a pesar de tener casi un año si por lo que sea no puede tener lo que quiere (bajarse de la acera a la carretera, coger un objeto peligroso que no está a su alcance, por poner dos ejemplos), y más aún si el sueño le acompaña, la rabieta que se coge me deja desconcertada, pues puede ir desde darme cabezazos y arañarme (la tengo aupa para consolarla), pasando por un llanto desgarrador, hasta echarse hacia atrás con todas sus fuerzas, que si nos pilla en el suelo y no tenemos cuidado el cabezazo que se da es de cuidado. Los días en los que esto sucede, que no son todos ni todo el rato, termino agotada y algún día puedo llegar a estar desesperada. Creo que es la primera vez en la realmente necesito otras manos.


Por otro lado, últimamente pienso más en mi reincorporación al mundo laboral. No porque me gustase mi trabajo sino porque me da miedo que pase el tiempo y en mi curriculum quede tal hueco que luego me sea difícil la vuelta. Al mismo tiempo esta posible reincorporación no me apetece porque sería como salir al mundo real, fuera del mundo de mi hija, y encontrarme de nuevo en la selva, en la desconexión. Temo de esa manera desvincularme, entonces sí, de mi hija. Pues doce horas, que era lo que antes estaba fuera de casa, con todo lo que acarrea psicológicamente (lo que me traería a casa acuestas), creo que engulliría parte del mundo maravilloso, inocente, en el que ahora vivimos. Hasta el momento no me había preocupado para nada el tema monetario, estaba convencida de que nos apañaríamos, que por otro lado así es realmente. Quizás lo pienso más porque he visto más cerca el plazo que me puse para empezar a trabajar y he comenzado a darle vueltas y vueltas, ya ves tú para qué. Hablándolo con mi compañero de ruta seguramente no tenga necesidad de empezar a trabajar en enero, por ahora nos apañamos bien, lo cual en el fondo me tranquiliza, porque antes que dejar a mi hija doce horas en una guardería prefiero pasar hambre.

Desechada esa opción me estoy planteando hacer algún curso o alguna actividad, porque me apetece hacer algo para mí, tener un rato para dedicarme a mí exclusivamente. No quisiera dejarla en la guardería con unos extraños, seguramente la dejaría con mis padres ya que serían pocas horas y los tres estarían encantados. Y claro, tendría que ser algo que me interesase, que no estuviese demasiado lejos y que no fuesen muchas horas. ¿Pido mucho?


Todo esto me hace sentir muy culpable. Culpable por sentir que ahora ya si puedo ser capaz de estar un tiempo separada de mi niña, culpable por querer un tiempo y un espacio para mi, culpable por plantearme separarla de mi lado sin saber qué es lo que ella opina al respecto, culpable por hartarme en ocasiones de su presencia imparable. Quiero a mi hija con locura, no creo que haga falta decirlo, pero también quiero unas horas para mí. Quizás para sentirme mejor pienso que luego en nuestro reencuentro lo disfrutaremos más, al menos yo, que estaré más relajada. Pero el pensar eso no hace que la culpa desaparezca.


¿Tenemos entonces las mujeres necesidad de dejar a nuestr@s hij@s por unas horas para sentirnos realizadas, para descansar de las demandas de nuestr@s hij@s, para no sentir miedo de quedarnos desplazadas en el mundo laboral ni social, para poder disfrutar de nosotras mismas en exclusividad? ¿Y qué hacemos entonces con esa culpa que arrastramos por plantearnos ser infiel a nuestr@s hij@s? Quizás es el precio que debamos pagar por ser nosotras, y no ell@s, los que iniciemos la ruptura de nuestra fusión.

29 comentarios:

  1. Ay Carol...
    Yo tengo que confesar que ya no me siento culpable cuando estoy hasta la coronilla, no puedo con mi alma y necesito estar un ratito sin ellos. Creo que no es sólo beneficioso para mí sino para ellos.
    De hecho E, hasta me dice algunas veces ¿mami por qué no te vas a dar una vueltecita?
    Yo trabajo fuera de casa pocas horas, así que me cuesta ponerme en tu situación actual y en tu situación laboral (12 horas fuera son una pasada)
    Pero a mi me hace bien. Yo estoy feliz, me siento a gusto y eso acaba repercutiendo positivamente en mis hijos.
    No sé si te habré ayudado en algo con esta parrafada.
    Sólo quería intentar decirte que muy probablemente si haces lo que te pide el cuerpo como hasta ahora con la crianza de tu hija acertarás.
    Un abrazo apretao.

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  2. Maldita culpa que siempre nos acompaña a las muejeres. Yo veo perfectamente normal que necesites tu tiempo y tu espacio para ti, ya no tienes ese subidón hormonal de los primeros meses y necesitas otras cosas más allá de tu hija, como tu bien dices, para cogerla luego con más ganas.

    Pero es que eso es igual que cuando nos enamoramos. Al principio todo son mariposas en el estómago y querer estar a todas horas con tu amante y luego, con el tiempo, pues también te apetece hacer más cosas que estar todo el día juntos.

    Hace tiempo estaba en un grupo de madres y se hablaba del papel del padre. Muchas madres decían que los padres aceptaban mejor cuidar de sus hijos si cuando llegaban a casa ellas les daban un tiempo "fuera" en lugar de "soltarles" al bebé nada más entraban por la puerta. Pero mi reflexión inmediata fue "¿Y dónde queda el tiempo fuera para la madre?" La madre que lleva todo el día sola con el niño y, además, tiene que estar con él media hora más mientras el papá se relaja.

    En fin, que es perfectamente normal que quieras ampliar tu mundo un poquito cada día más allá de Minerva. No te sientas culpable por eso. NO merece la pena.

    Un abrao.

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  3. La crianza de un hijo es un largo camino y muchas veces es duro porque conlleva una entrega total. En mi caso llevo con mi hija casi 3 años y en este tiempo ha habido de todo, momentos maravillosos y algo de agobio también. Cuando cumplió los 2 años me atreví a inscribirme en un curso un par de horas semanales y lo hice porque vi que ella aceptaba de buen grado el quedarse ese rato con su abuela. Con esto quiero decirte que si ves que tu hija acepta bien el quedarse un rato con sus abuelos, que no es lo mismo que dejarla en manos extrañas y encuentras algo que te interese no has de sentirte culpable. Es natural que a veces quieras estar un rato sin ella y además el tomar un respiro es también beneficioso para ambas. Que eres buena madre ya se lo demuestras todo el tiempo. Somos humanas y los niños "chupan" mucha energía nuestra aunque se la damos de buen grado, por supuesto. Un abrazo!

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  4. Es tan difícil no acompañarse de la culpa, sin embargo, corretéala en cuanto la sientas cerca.
    Una se debe un tiempo para una misma, cada una verá como compatibilizar lo que necesita con cuanto puede realemtne contar y en esos minutos puedes hacer maravillas, parece que una es cuando más se multiplica, jaja.
    Saludos.

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  5. Carol:
    Es suepr normal la etapa por la que estás pasando... Ya ha pasado un año en que con tu hija han estado pegaditas como "lapas", necesitandose y amándose. Pero, los niños crecen y comienzan a necesitar a más personas además de su núcleo y conocer y aventurarse con nuevas experiencias, para ser autónomos y luego independientes. Por otra parte, como mujer además de mamá y esposa, debes darte tiempos propios de distracción, salir y desconectar del mundo rutinario, para ganar otras experiencias, aprender, disfrutar con otros etc. Es cierto, en un principio se siente la famosa CULPA, pero nada hay de malo en lo que harás. Dejarás un par de horas a tu hija con las personas más adecuadas, que también la aman y pasarán un excelente momento de unión. Y tu no te estarás yendo de farra... jejeje, si no que harás todo aquello de lo que sientas necesidad, como aprender un curso de algo nuevo, ir a la peluquería ha hacerte un cariñito, irte de cena con tu esposo o a tomarte un café y charlar con amigas..., que muy bien te harán. (Te comprendo plenamente, hemos dejado a mi hija con los abuelos solo una noche, para ir a un matrimonio, en 5 años... y hoy en día nos turnamos con mi esposo para que yo pueda estudiar algunas horas de fotografía y ellos lo pasan genial).
    Un gran abrazo!

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  6. Como te entiendo Carol!!! No te puedo aconsejar porque yo estoy igual, mas bien voy a seguir leyendo los comentarios que seguro me sirven tambien...es una etapa dura, yo estoy literalmente agotada :(

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  7. Estoy pasando por algo similar, mi hija es mas chica que la tuya por tres días y aunque yo trabajo algunas horas a la semana y puedo llevarla conmigo algunnos días, los dìas que no la llevo, trabajo lo más rápido que puedo para volver a casa pronto. En este momento me siento sumamente cansada, física y emocionalmente. Mi pareja la cuida cuando no estoy o la encarga con mis suegros que viven al lado de nosotros. A mi me cuesta dejarla... la culpa. Y cuando salgo con alguna amiga disfruto el tiempo libre, sin emmbargo dentro de mi, la cupla sigue presente.

    Gracias por tocar este tema, ahora sé que no soy la única que se siente así y leerte y a las demás me ha ayudado mucho.

    Un abrazo.

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  8. Creo que deberías probar a hacer algún curso de pocas horas, a ver qué tal reaccionáis las dos, madre e hija. Del sentimiento de culpa creo que no te vas a librar fácilmente, pero si pruebas y ves que todo sigue bien, igual te animas a hacer otras cosas.

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  9. Te entiendo perfectamente. Mi niño está pasando ahora mismo una epoca estresante, demandante al 100% y a veces llega a agobiarme y por supuesto a cansarme fisicamente. Necesitaría desconectar y descansar un ratito pero me siento mal. Me siento mal por tener esa necesidad y por pensar que mi hijo me cansa.

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  10. Te entiendo taaaanto. Precisamente acabo de hacer una entrada describiendo conductas de Valeria parecidas a las de Minerva. Acabo agotada y necesito de otras manos, de esa tribu, para que me echen una mano. Me alivia mucho cuando vamos a casa de mis padres, allí, aunque yo no me voy ni la dejo sola, la atienden sus abuelos o sus tías, la entretienen, la distraen y quieras que no, eso es un balón de oxígeno.

    Por otro lado voy a hacer el curso de doula esta año, creo que me vendrá bien ese tiempo para mí.

    No te sientas culpable, guapa, es normal, necesitamos coger nuevas fuerzas de vez en cuando!!

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  11. Muchas gracias a todas por vuestros comentarios, no sabéis lo que me ayudan:

    Porfinyomisma, quizás con el tiempo me pase como a tí, no se. Qué bueno tu hija, sabe que necesitas un descanso, si Minerva al menos pudiera decirte lo que siente ella... sería más fácil. Un abrazo

    Eloísa, no puedo evitarlo, seguramente necesitemos un tiempo, y es que estas sensaciones son nuevas para mí. Lo del tiempo "fuera" para el padre me parece no pensar para nada en la madre, porque eso pienso yo, ¿dónde quede entonces el tiempo "fuera" de la madre? Sé que no sirve de nada sentirse culpable, me ayuda ver que mamás con más experiencia ven normal ese cambio. Un besazo

    María M., la verdad es que aunque al principio me sienta rara sin ella se que va a estar bien con sus abuelos, y eso me ayuda a seguir adelante con ello. Seguramente nos venga bien, como dices, a las dos, pero tendré que acostumbrarme a no sentirme mal. Un abrazo

    Pamela, creo que la culpa es inevitable, sólo pido un rato para mí sola. Espero que todo sea darme cuenta de que todo va bien. Saludos

    Mamá nortina, aunque se que se quedará bien con sus abuelos la veo todavía pequeña para necesitar empezar a independizarse. Como dices no la voy a dejar para irme de fiesta, sino para hacer algo que me gusta y me llena, pero por ahora eso no me salva de sentirme culpable. Un abrazo

    Bren, supongo que es una etapa más por la que tenemos pasar pero por ahora para mí está siendo la más dura física y mentalmente. Ánimo que seguro que lo superamos! Un besazo.

    Gaby Acosta, se agradece saber que es normal lo que estamos pasando y que le sucede a otras mamás. Espero que podamos deshacernos de la culpa poco a poco. Un abrazo.

    Mamá mimosa, creo que es lo que voy a hacer, probar a ver qué tal lo llevamos todos. Ya os contaré. Saludos.

    Mamaencantada, eso me pasa a mí. Al menos saber que no somos las únicas que nos sentimos así ayuda a saber que es algo normal.

    Albertina, es verdad que estando con los abuelos una está más desahogada, de hecho Minerva a veces es que estando su abuelo pasa de mí. Cuanto me alegro por el curso de doula, ya nos contarás, yo alguna vez lo he pensado pero no me decido. Un abrazo guapa

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  12. Corazón, no te sientas mal, la culpa es muy mala compañera... Eres una madre estupenda, y el que necesites tiempo para ti no significa que nada malo, es más creo que es bueno que tengas cada vez más la sensación de que la peque ya no te necesita tanto... Quizás sea bueno que te tomes algo de tiempo para ti de forma habitual, un ratito, no para hacer cosas de la casa ni obligaciones, sino para dedicartelo a ti, a algo que te apetezca, aunque sea media horita... Animo preciosa. Un besito

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  13. Mi experiencia ha sido parecida a la tuya, me he separado muy poco de mi Pequico, y nunca más de 2 ó 3 horas. Pero yo creo que es normal sentir que necesitamos un tiempo solo para nosotras, igual que he podido comprobar que él cada vez va demandando más pasar sus ratos con papá, los abuelos o la tata. Si Minerva pasa un tiempo agusto con otras personas, aunque tú no estés, no tienes nada de que sentirte culpable. Será positivo para las dos.

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  14. Te entiendo perfectamente Carol pues los mismos sentimientos que describes también los he tenido yo.
    Cuando mi hijo era más pequeño no concebía separarme de él salvo caso de fuerza mayor y siempre buscaba cosas para hacer con él o sitios a los que ir juntos. A medida que ha ido creciendo y se ha ido haciendo una personita más independiente siento que el momento de la separación ya no es tan traumático y yo estoy mucho más tranquila

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  15. Por los comentarios leo que sentir esto es más normal y común de lo que yo pensaba. Yo trabajo unas 8hrs al día, y el resto del tiempo lo paso con mi pequeño. El trabajo ya es un tiempo fuera, aunque a veces también estresa, pero trabajando ya no soy solo la mamá de Gabriel. Aun así, hay días que me URGE salir sola, ir al cine, comer un helado, algo, lo que sea, pero sola. No es muy frecuente (si acaso 1 vez al mes), y mi pequeño se queda al cuidado de mi mamá, y la verdad es que cuando regreso, me siento cargada de energía y paciencia para estar con él otra vez.

    Así que yo pienso que si ambas están listas para separarse un rato, adelante! Seguro estará muy bien con los abuelos, y hasta es posible que aprendas alguna cosa para ganar dinero sin salir tantas horas de casa.

    Besos :D

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  16. María, muchas gracias por darme tanto ánimo. Según voy leyendo vuestras hermosas palabras me voy sientiendo un poquito mejor. Un besazo guapa

    @Mousikh, la verdad es que ella se queda muy tranquila estando con sus abuelos y por su puesto el papá, seguro que no habrá ningún problema pero necesitaremos nuestro tiempo poquito a poco. Besos

    Silvia, me relaja y ayuda oir que también esto le sucede a otras madres y que son etapas que se van sucediendo. Un abrazo

    Bere, quizás sea eso, que estamos empezando a estar preparadas, pero no deja de asustar la disparidad de sentimientos que esto crea. Besos

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  17. Carol, te acabo de descubrir y me siento totalmente identificada contigo en este post que has escrito. Tengo una nena de 2 años y poco y en menos de un mes vamos a ver nacer a nuestra segunda hija. Después de lo que pasé con la primera, ahora, no me quiero separar de la segunda. Sé lo que es y además mi trabajo supone viajar bastante..

    También me estoy planteando montarme algo por mi cuenta, para poder dedicarme más a mis nenas....

    Un abrazo, marga

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  18. Aprendiendodemispeques, bienvenida y enhorabuena por el bebé que está en camino. Sería ideal trabajar por nuestra cuenta para poder estar más tiempo con nuestras hijas. Ahora lo que me planteo es un tiempo fuera para mí. Un abrazo.

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  19. Carol, es de lo mas normal e incluso diria saludable que tengas esos sentimientos. No te sientas culpable porque ademas la culpa nunca ayuda en nada. Lo que estas sintiendo creo que unicamente significa que ademas de madre, entregadisima a su hija, por cierto, tambien eres mujer y persona.. y tienes tus necesidades a las que vas dando cabida segun tu pequeñaja va creciendo y vas viendo que sus necesidades van cambiando y que ya no son tan imperiosas como de recienacida. Que nadie dice que ala! de repente ya que se cuide ella que tu vuelves a tu vida.. noooo! solo empiezas a pensar en ti de nuevo..

    Por otro lado, esta edad es agotadora fisica y mentalmente.. y necesitamos recargar pilas.. yo tambien lo siento asi. Eso no quiere decir que avandones a Minerva porque no lo estas haciendo. Venga guapa! Animo!

    Te mando un fuerte abrazo y un beso enorme Carol!

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  20. Carol, es eso, volver a pensar en mi otra vez, y claro, me siento rara y mal por ello. Pero lo explicas tan bien que realmente me haces sentir que es algo normal y bueno que suceda.
    Muchas gracias por tus palabras y tu apoyo. Realmente me están ayudando mucho vuestros comentarios.
    Un besazo guapísima!

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  21. Hola Carol,
    Aunque ayer no tuve tiempo para comentarte, estuve pensando en todo lo que expones. La verdad es que por aquí arriba te han escrito cosas super válidas y no tengo mucho que agregar. Tan solo decirte que si sientes que lo necesitas ¡ánimo!, ¡adelante!, ¡regálate un ratito para nutrirte tú!
    Tu deseo es totalmente legítimo y no significa que abandones a Minerva, sino que quizá ha llegado el momento de buscar nuevas formas.
    Haz caso de tu corazón en esto como lo has hecho durante toda la crianza y seguro que te irá fenomenal.
    Además si pruebas a dedicare ese tiempo para ti y luego te das cuenta que no es lo que deseabas, o que Minerva no está bien, siempre puedes echarte atrás, Vamos que no tienes nada que perder ;-)
    Abrazos alados!

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  22. Magia, quizás ese es el problema, que siento que la abandono. Pero tienes razón, me estoy planteando probar y ver qué tal, si Minerva no lo lleva bien o la cosa no funciona pues se deja y punto. Gracias guapa. Abrazos alados!

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  23. Carol, no creo que necesites separarte de tu hija. Una cosa es que sepas que puedes hacerlo tranquila llegado un momento que necesites hacer algo sin ella, pero no tienes que "acostumbrarte" a estar sin ella. Lo de la culpabilidad por ir a trabajar y dejarla ays, mecagoenlavidalaboraldelamujer!!!!! eso nos pasa a tod@s, cuando tuve a Iván reduje la jornada a 5 horas diarias y se me hacían eternas, ahora con Antía tengo por delante un futuro incierto y no se qué pasará... pero es duro, no solo separarte físicamente, sino pensar que te estás perdiendo algo que otro que no eres tú está disfrutando, y porque por mucho que confíes en quien se quede a cargo nadie te va a quitar de la cabeza que como contigo no está con nadie.
    Ains, cuando hablo de esto pienso en esas mujeres que se quejaban de no poder trabajar y tener que dedicarse a cuidar de sus hijos...

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  24. Nereida:
    Más que acostumbrarme es saber que si tengo que dejarla por unas horas va a estar bien. Además necesito un poco de tiempo para mi, es lo que siento, aunque al mismo tiempo me sienta culpable y me vaya a sentir extraña sin ella. Es duro cuando hay que dejarlos tan pequeñitos, con todo lo que te pierdes, y también es duro las primeras veces que hay que separarse de ellos tengan la edad que tengan.
    Creo que vamos a probar a ver qué tal lo llevamos todos.
    Besos

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  25. Carol, no había visto esta entrada... Creo que puedo entender cómo te sientes y es normal que tengas sentimientos encontrados por notar que estás preparada para dar un paso más. Estoy convencida de que no lo harías si no vieras a Minerva con la autonomía suficiente para adaptarse.

    Puedes darte ese tiempo para tí, para formarte o para lo que desees, es bueno pedir ayuda y liberador reconocer la situación. Seguro que ya te sientes mejor. Tienes aún unos meses de margen para variar lo que creas oportuno, vive esta nueva etapa sin culpabilidad porque estoy segura de que a Minerva no le van a faltar tus cuidados ni tu atención y ambas aprenderéis de este nuevo ritmo. Cuenta con todo nuestro apoyo. Un beso gigante

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  26. Carol, gracias por colocar lo del sorteo en tu blog!! Eres un cielito!! Qué lindos quedan los dos juntos!! :) Gracias!

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  27. Cocolina:
    La verdad es que después de todas vuestras palabras de apoyo me siento algo mejor, os lo agradezco muchísimo.
    Lo que tengo muy claro es que no haría nada con lo que mi niña pudiese sufrir, así que si veo que la historia no funciona lo dejaríamos y ya se vería más adelante.
    Ya os contaré, aunque no es algo inminente.

    Por cierto, lo del sorteo lo hago encantada.
    Un besazo

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  28. Carol!!!!!! Pero como una madraza como tú puede sentirse culpable???? :)

    Llevas al pie del cañón desde el primer día, respondiendo a su necesidad y la tuya, claramente. Pero es ley de vida: ellos nos van necesitando un poco menos, y nosotros necesitamos hacer algo diferente. Yo no me he planteado el volver a trabajar porque como tú dices, económicamente de momento no nos hace falta, y para mi estar en casa con el enano es un gusto. Y estoy en el impass de que aparezca un hermanito, y no me planteo el reenganche laboral con un segundo embarazo. Me temo que el hueco de mi CV no va a ser un hueco: va a ser un socavón. Pero la verdad es que me da igual. Y eso, que no me he planteado volver a trabajar, pero llegó un momento hace unos meses que empecé a sentir la necesidad de un tiempo para mi sola, y empecé a ir a danza del vientre, que llevaba años queriendo hacerlo, dos horas por semana. NO me he sentido nunca culpable, no tenemos por qué sentirnos culpables, Carola!!!!! :))))) que lo hemos dado todo, y lo vamos a seguir dando! Nos lo merecemos, TE LO MERECES :) así que dale otra vuelta a ese sentimiento de culpa y que se deshaga cual hielito en agua caliente.

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  29. Caro:

    Muchas gracias por todo el ánimo que me transmites, la verdad es que tienes razón, y creo que voy consiguiendo deshacerme de ella, aunque algunas preocupación perduran.

    Danza del vientre... me has quitado una de las ideas que tenía ;) Estuve unos años yendo y la verdad es que lo echo de menos. Si no consigo hacer un curso que me interesaba del paro lo más seguro es que me apunte.

    Un abrazo

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