Hace relativamente poco terminé de leer este libro de Laura Gutman. Es el primero que leo de esta genial mujer. Tenía muchas ganas de leer algo de ella, y tras acabarlo me ha quedado muy claro que no va a ser el último.
Es un libro que debería ser leído durante el embarazo, aunque nunca es tarde para leerlo. Ayuda a la mujer a comprender y darse cuenta del mundo en el que va a adentrarse con la maternidad, sobre todo en el postparto reciente y durante los dos primeros años, más o menos, de vida de su hij@. Ayuda a que veamos todo esa marabunta de sentimientos y sensaciones nuevas, esos estados alterados de nuestra consciencia, que nos sobrevienen tras el parto, como algo no solamente normal sino beneficioso para conocernos a nosotras mismas y sacar a la luz todas nuestras sombras, y lo que es más importante, para permitirnos la fusión con nuestro bebé.
La sombra es las partes desconocidas de nuestra psique, pero también las partes desconocidas de nuestro mundo espiritual.
Quiero transcribiros un párrafo del libro, que para mí lo resume a la perfección: El interés y la paciencia que requiere mirar a ese niño en particular responde a una madurez del adulto que no proyecta en el hijo sus propios deseos sino que lo libera de su sombra, permitiendo que ese niño desarrolle su misión en la Tierra como ser único y diferenciado.
Una cosa que me ha encantado del libro son los dibujos con los que comienza cada capítulo, una imagen inicial para resumirlos a la perfección.
En este libro Laura Gutman nos habla de los partos no respetados y sus consecuencias, de la lactancia como una forma de amar, de la necesidad de ser sinceros con nuestr@s hij@s (haciéndoles saber lo que nos sucede para que no carguen con nuestras culpas), de las expectativas irreales que tenemos los padres en cuanto al sueño, el control de esfínteres, el chupete, o mismamente las ideas preconcebidas que tenemos de lo que es convivir con un bebé recién nacido.
Laura Gutman hace mención especial a la necesidad de apoyo durante los primeros días tras el parto. Esa necesidad de apoyo puede ser a través de grupos de apoyo, de una doula, de las redes sociales, pero sobre todo del padre. El papel del padre como sostenedor de la madre es fundamental. Debe ser un apoyo sólido en todos los aspectos para ella, para que asímismo ésta pueda ocuparse de su bebé. La relación de la pareja debe estar basada en el respeto, el sostén y el amor, pues el bebé no debe ser utilizado como arma entre los padres, o para satisfacer las necesidades de uno o ambos de los progenitores.
Algo que me hizo pensar fue el capítulo dedicado a las enfermedades de l@s niñ@s como manifestación de la sombra de la madre. Nuestro estado emocional afecta a nuestr@s hij@s, de eso no hay duda. Si no reconocemos lo que nos sucede podrá manifestarse en ell@s a través de enfermedades, es@s niñ@s que no dejan de estar malitos. Me acordé entonces de l@s niñ@s que tras empezar la guardería comienzan un sinfín de afecciones, y se me ocurrió pensar que quizás en ocasiones no es la exposición al virus sino el desconsuelo ante la separación de su madre lo que les hace ser más vulnerables.
El ser madre para mi supuso adentrarme en otro mundo. Creo que si nos lo permitimos podemos adentrarnos en él junto con nuestro bebé, fusionándonos con él, porque tanto ese pequeño nuevo ser como nosotras lo necesitamos. Para mí, el tener a mi compañero de ruta apoyándome y sosteniéndome fue lo que me permitió ser capaz de no desmoronarme tras el parto reciente. Y también creo, o mejor dicho sé, que ese nuevo mundo nos abre las puertas a un conocimiento más profundo sobre nosotras mismas, en nuestra mano está el permitir que esa puerta quede abierta. Ese conocimiento nos ayuda a ser más conscientes de las necesidades de nuestr@s hij@s y de nuestras carencias infantiles (de las que si no somos conscientes pueden llegarnos de adultos a través de múltiples adicciones desplazadas), por eso es tan importante conocernos a fondo, para no proyectar nuestras necesidades insatisfechas en nuestr@s hij@s, pues como dice, Laura Gutman: El abandono emocional es violencia: es la violencia del desamparo. La incapacidad de reconocer las necesidades básicas emocionales de los niños es violencia. Negar brazos y contención es violencia. No entrar en conexión emocional con los niños es violencia. No mirarles es violencia. Exigir que se adapten desmesuradamente al mundo de los adultos es violencia.
Os recomiendo su lectura.
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No mirarles es violencia... Que fuerte! El otro día el parque flipe con una mamá que muerta de risa con su BB no miraba a su hijo que lloraba... Me has dado muchas ganas de leerlo!
ResponderEliminarSe ve que has disfrutado muchísimo con su lectura.
ResponderEliminarGracias x compartirlo.
Yo leí este libro durante el embarazo y disfruté cada capítulo, reflexioné, volví a mi infancia, iba y venía entre el pasado, el presente y ese futuro desconocido. Fue una lectura excelente, a la que le siguió "Puerperios" y "La Revolución de las Madres" también de Laura Gutman.
ResponderEliminarEn youtube hay videos de ella en conferencias y entrevistas verás que es tan clara para explicarse como en sus libros.
Qué bueno que hayas podido leerla!
Besos!
Flor
Ese libro es excelente! (como todos los de Laura Gutman) te recomiendo leas "la familia ilustrada", es una especia de sintesis de todos sus libros. Yo tuve el inmenso placer de que me lo firme y charlar con ella! Es una grande...la admiro tanto!
ResponderEliminarUn besote Carol♥
Yo he leído este libro y también otro que se llama La familia empeiza con el primer hijo. Me gustaron mucho, si bien tuve la sensación de que, con matices, decían más o menos lo mismo, de modo que el segundo que leí, que fue éste, no me pareció tan novedoso o tan revolucionario como el primero.
ResponderEliminarMe gusta mucho Laura Gutman, aunque no estoy de acuerdo con algunas afirmaciones que hace, por ejemplo el caso de que eun bebé en piel con piel llore, ella dice que se debe a problemas de la madre. Es una situación que a mi se me dio con Valeria, la ponía piel con piel (ya en casa) y lloraba y rechazaba el contacto. En un principio sentí culpa pensando que era por mi, sin embargo, hablando con otras madres, asesoras de lactancia etc, pude ver que realmente era el dolor y la separación que había sufrido mi hija lo que le hacían estresarse ante un contacto así.
Cada caso es un mundo, y no hay que generalizar, donde en algunos sitios está la solución, en otros no lo está.
Un abrazo!!
Hola Carol,
ResponderEliminarEste fue el primer libro sobre "maternidad" que lei, aún antes de estar embarazada, y me lo he leido varias veces. Cada vez descubro algo nuevo.
Me gusta Laura Gutman, lo que dice y como lo dice. A mi me ha ayudado a asumir mi propio desamparo, a buscar mis propias respuestas, a vivir la maternidad de forma más consciente...
Tengo ganas de leer su proximo libro sobre el poder del discurso materno, la conferencia que he visto sobre el es muy interesante http://www.youtube.com/watch?v=QJEFAR00KtA
Abrazos de luz y de sombra!
Tomo nota por si cae en mis manos...Gracias por la recomendación.
ResponderEliminarHas hecho un magnífico resumen. Yo me lo compré hace varios meses pero aún no he logrado sacar tiempo para meterle mano. Leer este post tuyo me ha animado a hacerlo. Un beso
ResponderEliminarMuy buena reseña del libro. Me parece que me lo apunto. :)
ResponderEliminarMommo, qué pena me da ese tipo de respuesta al llanto de un niño. Espero que te guste.
ResponderEliminarPorfinyomisma, la verdad es que sí disfruté leyendo, me encantá que me descubran cosas nuevas o que me hagan ser consciente de lo que ya intuía.
Flor, alguna vez la he oído hablar, y tienes razón. Además tengo pendiente seguir con sus lecturas. Besos
Bren, tengo ya en casa "La familia ilustrada", así que en cuanto pueda me pondré con él, y más después de tu recomendación. Besos guapa
Albertina, no creo que tengamos que estar siempre, por mucho que nos guste un libro, de acuerdo al 100%. Lo que cuentas del piel con piel, no creo que como dices se pueda generalizar. En este libro dice que a los dos años el padre tiene que ayudar a separar emocionalmente el niño de su madre, esto no me pareció del todo acertado. Me alegro de que te ayudasen a no sentirte culpable. Un abrazo
Magia, como ya he comentado tengo pendiente leer más libros suyos, de momento "La familia ilustrada", y seguro que le seguirás más. Muchas gracias por el enlace. Besos de luz
Mamá de un bebote, ya nos contarás si lo lees qué te parece.
@Mousikh, gracias. Espero que te guste y sobre todo que te llegue como a mí. Me gustaría saber luego tu opinión. Besos
Sangra, gracias.
Carol, este también fue el primer libro que leí de L. Gutman, me revelo muchas cosas. Hablando con otras madres me he dado cuenta de que L. Gutman es algo polémica para algunas personas. Por ejemplo, lo que cuentas sobre las enfermedades que pueden ser manifestaciones de la sombra de la madre.. esto incomodas ya que se ven culpables de todo lo que les pase a sus hijos. Para mi, esto es una interpretación errónea de sus palabras.. Ella misma dice que si no encontramos una causa física a unos síntomas que manifiesta nuestro hijo o hija tengamos en cuenta a la madre.
ResponderEliminarOtra tema interesante es el de los niños que se caen y se golpean mucho. Me dejo de piedra.
Gracias por el resumen. Besos!
Quiero decir "Esto las incomoda.." jeje es que escribo desde el móvil.
ResponderEliminarGracias por compartir tus impresiones sobre el libro. Éste fue el segundo que leí de ella y, al igual que tú, tuve la sensación de hacerlo un poco a destiempo puesto que cayó en mis manos cuando mi hija tenía unos cuantos meses.
ResponderEliminarTras leer tu entrada he ido a rescatarlo de la estantería y sonrío junto a tí al ver las ilustraciones que encabezan los capítulos, tienes toda la razón, son tan acertadas!
La sombra está ahí y creo que se manifiesta tarde o temprano y es responsabilidad nuestra desmarañar nuestras emociones para que no recaigan sobre nuestros hijos...
Creo que Laura Gutman, para bien o para mal, nunca deja impasible a una madre.
Gracias de nuevo, Carol
Ese libro es genial, me ayudò mucho a entenderme y entender a mis padres. Tampoco estoy de acuerdo en la separaciòn del niño a los dos años de edad. Mi nena empezò a estar màs comoda sin mi presencia pasados los tres añitos, la separaciòn la dictan los mismos niños y es màs suave y segura♥
ResponderEliminarCarol, gracias. A mi me gustó el tema de las enfermedades, porque la madre es otro factor a tener muy en cuenta y te hace plantearte muchas cosas. Pero que el bebé esté siempre enfermo no quiere decir que sea siempre problema de la madre. Besos
ResponderEliminarCocolina, geniales las ilustraciones, verdad? Es muy importante conocerse una misma para no cargar a nuestr@s hij@s con lo que no les corresponde. Un abrazo.
Janeth, como tu creo que cada niño tiene su ritmo. Me alegro de que te ayudase. Besos
En mi caso, al leer los libros nunca tuve la sensación de falta de flexibilidad con respecto a los ritmos de maduración de los nuños, lo del despegue debido a la entrada en escena del padre a los dos años, siempre lo percibí como algo estimativo, puede ser antes o después, no debe ser tajantemente a los dos años y tampoco es algo que uno tenga que planear, creo que simplemente en lo que hace foco es que esto se da si la figura paterna está presente en forma activa.
ResponderEliminarCon respecto a las enfermedades creo que lo que nos brinda es una herramienta para maternar, como un: "ok, el niño se enferma mucho, contemplemos lo biológico, pero también tengamos el coraje de preguntarnos cómo estamos nosotras, cómo estamos nosotras con nuestros niños, con nuestra pareja, si está todo bien sigamos adelante, si no, asumamos la responsabilidad de buscar las respuestas". Y esto parte de ver las enfermedades como expresiones de nuestros estados emocionales, una concepción poco utilizada por la medicina o los profesionales actuales. A mi me parece maravilloso saber que tengo un recurso más para poner en práctica. Porque creo que no hay madre que no sienta que le gustaría "hacer algo más" para que su niño se cure cuando está enfermo. Se trata de "simplemente" mirarnos a nosotras mismas.
Besos para todas!
Flor
Flor, respecto a la separación a los dos años, puede que sea estimativo, pero si que hace mucho incapié en la necesidad de que el padre ayude en esta separación y en caso de que el padre no esté afirma que sería necesario que alguién ayudase a la madre con la separación. A mi este tema me pareció muy tajante.
ResponderEliminarRespecto a las enfermedades estoy de acuerdo contigo.
Besos
Te cuento mi impresión con respecto a ese punto: como cuenta la autora, mamá y bebe están fusionados, comparten el mismo campo emocional. Ese "corte" o "separación" por la entrada en juego del padre desde otro lugar además del sostenedor, yo lo siento más que corte como un giro en la mirada del niño hacia el padre, como un cambio en el foco de atención, de demanda. Y esto transcurre sanamente si dos condiciones están presentes: el respeto del ritmo y los tiempos madurativos del niño y la presencia activa y comprometida del padre. Tuve la suerte de ver este fenómeno con mis propios ojos, en niñitos cercanos que empezaban a estar más "pegotes" con sus papis, a buscarlos más para sus juegos, te digo que me generó mucha ternura.
ResponderEliminarYo también creo que es necesario en caso de que la figura paterna no esté diponible, un otro que posibilite este cambio, es algo que simplemente se da con la presencia constante de alguien más además de la madre, y creo que es necesario, porque presiento (ya que mi peque va por los 8 meses) que se trata de algo enriquecedor, me imagino que además de los brazos y la contención de mamá se suman otro ser disponible para mostrarle el mundo, para acompañarlo. Peor bueno, esa es mi interpretacion puerperal del asunto je! =)
Besotes muchos
Flor
Flor:
ResponderEliminarTal y como lo interpretas tú lo veo bien y aceptable, vamos que es lo normal, a los dos o tres años oyes a l@s niñ@s diciendole a su madre "tú no, papá". Pero yo la impresión que me llevé al leer esa parte fue muy tajante, no se, tendré que volver a leermelo.
Besos
Hola, yo voy a ser mamá por primera vez, tengo 26 años y 4 m meses de embarazo, pero la experiencia del embarazo y la maternidad me desborda, quicira saber si podrian recomendarme un grupo gratuito de mamas en Ourense España, lo que pasa es que no tengo ni idea de como buscarlos ni siquiera tengo seguridad de si quiero ir!!, y si cobran tampoco puedo costearlo.
ResponderEliminarTe animo a que asistas a estos grupos de apoyo. Primero porque te sentirás arropada, segundo porque podrás ver de primera mano cómo es realmente la maternidad, y tercero porque seguramente puedas resolver muchas dudas.
EliminarActualmente asisto a dos grupos de crianza, en uno de ellos soy socia fundadora, y estoy encantada de lo que me ha aportado y me sigue aportando.
Si al final no resulta lo que esperabas con no volver es suficiente.
Pregunta en tu ayuntamiento, porque las asociaciones siempre estamos inscritas allí. Creo que es la mejor forma de informarse. Y de cobrar nada de nada, estos grupos están compuestos por mamás que se reúnen con otras madres para compartir.
Espero habertelo aclarado un poco.
Un saludo.