Esta semana he ejercido mi derecho a elegir libremente el pediatra de mi hija. Nos hemos cambiado.
Cuando nació la nena y fuimos al centro de salud para que la asignaran un pediatra nos dieron a elegir entre varios profesionales y varios horarios. A mi me preocupaba, como no tenía ninguna referencia de ninguno de ellos, que fuésemos a dar con el más inepto. Así que pregunté si sabían de alguno que fuese bueno, a lo que me constataron “A mi todos me saludan cuando llegan”. Sin comentarios. Elegimos al azar, dentro del horario que nos venía bien. Me consolaba saber que a partir del cuarto mes podríamos cambiar si así lo queríamos. Y tuvimos la suerte de dar con una pediatra bastante maja que, entre otras cosas, en todas las revisiones a la nena le daba un sobresaliente. Pero poco más sabíamos de ella, ya que no habíamos necesitado de su consulta en estos meses.
Cuando al comienzo de nuestra lactancia tuvimos nuestros problemillas e intenté buscar ayuda, no recuerdo ya quien o qué asociación, me informaron de que precisamente en mi municipio, en mi centro de salud, había una pediatra que además era Consultora Certificada en Lactancia Materna (IBCLC) y había creado un taller de lactancia materna. Acudí presta a mi centro de salud preguntando por esta pediatra, y haciendo gala de su cortesía habitual primero parecían reacios a darme más información y luego no entendían para qué necesitaba su ayuda si ya tenía a mi matrona (que no es que no intensase ayudarme la mujer, pero sus conocimientos tenían un límite). Resultó que estaba de baja, menuda suerte.
Hace poco me enteré de su vuelta pero, con la lactancia ya más que superada y sin ninguna queja respecto a nuestra pediatra, no nos planteamos cambiar.
El miércoles de la semana pasada, de madrugada, notamos que la pitufa estaba muy caliente (para que luego digan que el colecho es malísimo, a ver si no cómo nos habríamos dado cuenta, así habría estado la pobre, incluso podría haber ido a peor, hasta por la mañana). Efectivamente tenía fiebre. Era la primera vez. Lo primero que hicimos fue quitarla el body y aplicarle un paño frío en la frente y la nuca, y aunque pareció bajarle por la mañana volvía a tener fiebre. Como nunca le hemos dado nada de nada no tenía ni idea de cuanta cantidad de apiretal (que ahí llevaba en el armario desde que nació la nena por si acaso) tenía que darle, así que pedí cita con su pediatra.
Mala suerte, su pediatra estaba de vacaciones y había un sustituto. Conclusión, los dientes. En dos o tres día se le habría pasado. Pero qué manía con achacar todo a los dientes, todo porque no tienen ni idea de lo que les pasa. Mi hija nunca ha tenido fiebre y se cuando le sale un diente porque babea un poco más y se le irrita un poco el culito. No me quedé nada conforme, pero me fui pensando que con eso le bajaría la fiebre. Os diré que me dijo que lo que teníamos que hacer era aprender a utilizar la apiretal para no tener que acudir al médico, luego dicen que no nos automediquemos.
Desde que había empezado con la fiebre no comía nada más que pecho, aunque eso no era lo que me preocupaba. Fue darle la apiretal y vomitarlo todo, probé de nuevo y lo mismo. Probamos con otra marca de sabor diferente pero muy parecido y volvió a vomitarlo con unas arcadas que le daban a la pobre. Y no me extraña, está asqueroso, no se cómo hacen este tipo de cosas para niñ@s con sabores tan fuertes. Así que terminamos por ponerle supositorios, con el recuerdo tan malo que tengo yo de cuando me los ponían a mí. Pero aún así la fiebre remitía por poco tiempo.
El viernes, después de casi tres días con fiebre nos presentamos de nuevo ante el pediatra. Claro, tanto tiempo, no eran los dientes. ¿No me digas? Parece que tiene la garganta un poco roja... Antibiótico al canto. No me hizo ninguna gracia, pero yo no soy médico y me preocupaba que llevara tantos días con fiebre. Además también le mandó un análisis de orina, por si acaso, para el lunes siguiente.
La amoxicilina pareció aceptarla mejor, pero le soltó la tripita y empezaron a salirle granitos por todo el cuerpo. La fiebre al menos parecía que remitía.
El domingo se me puso el pecho derecho (siempre el mismo) como una piedra, y tuve que andar sacándome leche y aplicándome frío como en los viejos tiempos. Minerva no parecía tener tampoco muchas ganas de mamar. Algo no andaba bien.
El lunes de madrugada estuvimos peleándonos con las dichosas bolsitas para recoger el pis de la nena, un desastre. El pediatra no nos explicó nada y nosotros fuimos incapaces. Como no estaba nada conforme por la mañana me presenté en el centro de salud y pedí cambiarme de pediatra. Sabía muy bien a quién quería. Tuve que firmar dos hojas, una para mí y otra para el nuevo pediatra, porque según me dijeron en ventanilla ellos (los médicos elegidos) también tienen derecho a elegir si quieren aceptarnos o no ¿¿?? Imagino que será por si tienen mucha carga de pacientes. A las dos horas ya estábamos con ella en la consulta. Un amor.
Tras contarle la historia, que catalogó de historias para no creer (aunque sabía que tristemente suceden a menudo), se indignó (casi más que yo) porque nos hubieran recetado antibióticos. Estos sólo son para casos excepcionales. Además ¿para qué una análisis de orina si ya estaba tomando antibiótico, no estaba claro que iba a salir negativo? Eso mismo había pensado yo.
Exantema súbito fue su diagnóstico, rápido y claro. Proceso vírico que cursa tres o cuatro días de fiebre tras el cual aparece una erupción cutánea que remite por sí sola en unos días. Parece ser que es muy común, sobre todo antes del año. Ya son varias las mamás que me han comentado que sus nenas también lo han pasado.
Pregunta del papá: “¿Es que no hablan entre ellos, al menos de los casos más comunes?”
Cuando le conté a nuestra queridísima nueva pediatra lo del pecho me preguntó si me había venido la regla hacía poco. Pues efectivamente. La regla hace que cambie el sabor de la leche y a algun@s niñ@s parece desconcertarles, pero al poco todo vuelve a la normalidad. Aunque sabía esto no lo relacioné, y mira que mi intuición me decía que la regla tenía algo que ver en todo esto. Una vez más mi compañero de ruta comprobó que mi intuición se merece una mayor consideración por su parte.
Además de explicarme todo detalladamente trató a la niña con mucho cariño. Cuando el pediatra sustituto quiso verle la boquita a Minerva metiéndole sin piedad el dichoso palito esta se puso a llorar histérica. No se le ocurrió nada mejor que decirla que “no llores, tontita”. Intenté fulminarle con la mirada pero no dio resultado. La nena no dejó de llorar hasta que no salimos de la consulta. Sin embargo con nuestra nueva pediatra fue todo diferente. Primero le dio un palito para entretenerla, intentó verle la boquita lo más rápido posible y cuando Minerva empezó a llorar a los dos segundos (eso de que te metan un palito en la boca a la fuerza no es muy agradable, y además asusta) le dio otro palito y con palabras amables consiguió calmarla al momento. Ya digo yo que es un amor.
Creo que es muy importante la confianza en tu médico o pediatra. Porque salir de la consulta con la sensación de “no tiene ni idea” es desalentadora. Así que puedo decir que nuestra actual pediatra tiene toda mi confianza.
Carol, qué bien has hecho en cambiarte, me parece super importante estar a gusto con el/la pediatra que tienes.
ResponderEliminarNosotros al vivir en un pueblo no tenemos más opción, el/la que hay. Y como en los pueblos no quiere estar nadie, pues Acher con casi 2 años ya ha conocido a 4 pediatras, de todos los colores y maneras... (casi en cada revisión uno/a diferente!) Ahora hay una chica encantadora que parece que se va a quedar bastante tiempo... Por lo menos parece encantadora y muy agradable con el peque, que eso es lo importante. Dentro de un mes tendré la revisión de los dos años y estaré algo más con ella, espero que mi percepción siga siendo la misma cuando me empiece con las preguntas de rigor, entre ellas las que hacen referencia a la lactancia.
Has tomado una excelente decisión y por lo que cuentas es super maja, genial!
Un beso.
Carol, secundo tu decisión. Los/as pediatras tienen que tener un poquito de "mano izquierda" con los niños. Me ha cabreado mucho la frase de "no llores, tontita". No quiero que te hierva la sangre, pero yo le hubiera dicho algo, o no, no sé.
ResponderEliminarBueno, la cosa es que ahora irás más tranquila al pediatra, y lo mejor, es que sabes que tratarán a tu pequeña como se merece.
Carol, es una lástima que una no reciba las respuestas y tratos adecuados en la atención médica, y más aún cuando se trata de nuestros hijos.
ResponderEliminarObedece a tus intintos, los de una madre son muy certeros.
Mi Manuelito pasó por un virus muy similar hace 3 semanas.
Besitos Minerva.
Saludos!
Carol, me alegro mucho por vosotras. Tú habrás ganado en tranquilidad y ella en respeto. Además de que parece que acertó con el diagnóstico a la primera y, probablemente, sea una profesional competente.
ResponderEliminarSiento que hayas recibido malos modos. En alguna ocasión también he salido del centro con ganas de darme la vuelta y poner reclamaciones por doquier, si no fuese porque la pequeña no aguantaba allí ni medio segundo más. Cuando la incompetencia o la desgana del personal afecta a los pequeños, nuestros o no, creo que nos toca más la fibra.
Un abrazo y mimitos para Minerva, que se mejore.
Carol, vaya mal trago.. si es que se ve cada "cosa" en las consultas de pediatria que tenian que estar en una carniceria mas bien. Es una suerte que hayas dado con esta pediatra asesora de lactancia.. no creo que haya muchas.
ResponderEliminarBesos y espero que Minerva este mejor!
Pues me parece un cambio maravilloso, me alegro de que hayáis encontrado una pediatra que os guste, es muy importante! Siento muchísimo lo qe tuvisteis que pasar, las administrativas de los centros de salud suelen ser bastante mal educadas y desagradables y lo del pediatra sustituto, la próxima vez que te pase algo así poblé una queja, aunque creas que no, a nivel interno funciona. Un besazo, menos mal que la gordita ya esta mejor, pobre.
ResponderEliminarInma, tiene que ser un rollo que el pediatra esté cambiando cada dos por tres, aunque si no estás contesta con ellos casi mejor. Espero que esta última que tenéis se queda bastante tiempo. Besos
ResponderEliminarNereites, pues cuando se lo cuento a la gente (la frasecilla del pediatra a mi hija) no entienden que me moleste tanto. Los peques se merecen que se les respete.
Mujer y Mamá, estoy de acuerdo en atender a nuestros instintos, nos informan de muchas cosas si les dejamos. Besos.
Cocolina, gracias. Minerva ya está recuperada del todo. Cuando algo afecta a mi hija por culpa de otra persona saco las unas como una gata. Un abrazo
Carol, no entiendo que hacen pesonas que no saben tratar con niños en pediatría, además de no tener mucha idea sobre el tema. Minerva ya está estupenda como siempre, gracias. Besos guapa
Me parece muy fuerte que en el sistema de salud nos traten a padres y pacientes como si fuéramos tontos, desde el que te da la cita hasta el pediatra sustituo. Has hecho muy bien en cambiarte, yo también estaría muy contenta con una pediatra así. Espero que Minerva esté ya completamente recuperada.
ResponderEliminarLa única vez que he tenido que ver al pediatra fue por que mi monstruita tenía 38'5 y fui pitando a urgencias, dos veces y me atendió un doctor majísimo. A mi nueva pediatra no la conozco ni conoceré porque se ha ido a hacer algo de lactancia a EEUU durante un año... intuyo que algo de sensibilidad tendrá, la enfermera es un poco borde, pero ahí la llevo, por lo menos trata bien a Ximena.
ResponderEliminarCarol, que bueno que todo ese mal trago haya servido para dar con una profesional amorosa y que merezca tu confianza y la de la niña! Es imprescindible el apoyo de un médico confiable! Espero que la peque ya esté bien. Nosotras estamos con un cuadro parecido... paciencia, upita y mucha teta!
ResponderEliminarBesos!
María, gracias. Da mucha tranquilidad saber que si necesitamos ir al pediatra nos atenderá con gusto y como es debido. Tienes razón, deberíamos poner más reclamaciones. Un abrazo
ResponderEliminarEloísa, a mi me pone mala tanta prepotencia y tontería. No se si les dan algo de psicología en la carrarera, porque parece que se les olvida que tratan con personas. Minerva ya está en su salsa como siempre.
Diana, yo valoro tanto los conocimientos médicos como el trato que recibimos. Cuando encuentro a un profesional competente me dan ganas de darle las gracias. Me alegro de que en urgencias os tocase un doctor majo, que encima que vamos asustados...
Melina, pues si, al menos no hay mal que por bien no venga. Minerva ya está totalmente recuperada, pero cuando está más decaida como dices paciencia, upita y mucha teta es mano de santo. Espero que se le pase pronto. Besos
Pues has echo muy bien en cambiarte, tu nueva pediatra parece amable y cualificada y si encima controla de lactancia, mejor que mejor. Espero que Minerva esté bien del todo. Un besito para las dos
ResponderEliminarPues nada, tener a gente agradable y que respete nuestras decisiones como padres al final es lo más importante, ¿no?
ResponderEliminarY a parte de esto, confía en tu instinto, que es sabio!!
Besos para las dos, me alegro de que Minerva esté ya perfectamente.
Que bueno que hayas encontrado una buena pediatra. Es un alivio saber que cuentas con alguien de confianza en el caso de que Minerva se enferme porque sabes que estará en buenas manos.
ResponderEliminarNosotros también nos cambiamos de pediatra hace poco y la de Minerva me recuerda mucho a la de Sofi porque también es un amor :)
Qué triste y cómo me suena. Según te leía me iba indignando, sobre todo cuando cuentas que mandaron antibióticos a la niña por una garganta roja. Por desgrcia muchos pediatras lo hacen, y muchos padres lo esperan.
ResponderEliminarMe alegro mucho que vuestra nueva pediatra sea así, y que el diagnóstico sea leve. El exantema es algo pesado pero no es grave. Mi hijo lo tuvo con año y medio y fue en verano precisamente. Nos tocó en la playa y el pediatra de allá no tuvo idea. No te digo más que me vine a Madrid, no me fiaba nada. Le vio su pediatra y me lo explicó todo. A los pocos días estaba como una rosa.
Espero que la nena ya se encuentre mejor.
Besos.
Jolín vaya ajetreo que os hizo pasar el primer pediatra, y encima esa frasesita, aghhhh, entiendo perfectamente como te sientes, lo peor es que se haya "normalizado" insultar a los niños y menospreciarlos, ainsss en que mundo vivimos :(
ResponderEliminarMe alegro mucho muchísimo de la nueva pediatra, ahora irás con más tranquilidad. Y que bien que ya esté en su salsa :-D
Besitos
@Mousikh, la verdad es que estoy muy contenta con el cambio porque se que no voy a tener ningún problema con ella. La nena ya está al 100%. Besitos
ResponderEliminarCarol, gracias guapa. Si prestaramos más atención a nuestro instinto otro gallo cantaría. Besos
Carrusel de Sofía, me alegro de que vosotros también estéis con esa tranquilidad de que si necesitamos acudir al pediatra nos atenderá como es debido.
Belén, eso me dijo la pediatra, que lo malo es que muchos padres son los que esperan que les manden algo, sea antibiótico o lo que sea. Eso me pasaba a mi, que no me fiaba, menos mal que nuestro instinto nos avisa. Minerva está ya como una rosa :) Besos
Mar, muchas gracias. Si es que algunos pediatras no se de dónde se han sacado el título, y otros no se por qué estudian pediatría si parece que los niños no les hacen mucha gracia. Besitos
Pues mira, me quedo con lo bueno, que el cambio ha sido para mucho mejor!!
ResponderEliminarPobre Minerva, eso del exantema súbito es parecido a lo que tuvo Valeria hace un mes, es un rollo!!
Espero que esté mejor la muñequita.
Un abrazo
Aysssssss nena, que mal que tu beba la haya pasado asì...... Decirte que yo en año y medio me cambie 6 veces de pediatra, y ya no la he llevado màs desde que tenìa año y medio y ya tiene casi 4 años. La ùltima si resultò aer un amor, a ver si la llevo aunque sea para saludar.........jeje
ResponderEliminarEspero que la nena y aestè bien. Un abrazote!
Albertina, como digo, no hay mal que por bien no venga. Ya está estupenda la pitufa. Gracias y un abrazo guapa
ResponderEliminarJaneth, seis veces... yo espero que esta sea la primera y la última, con lo estupenda que es seguro que sí. Pues si no habéis necesitado ir al pediatra mejor que mejor. Un abrazo.
gracias por tu visita a soymamablog
ResponderEliminarregreso visita y el follow !
que suerte que hayas encontrado una pediatra idónea! Yo estoy con ese tema atormentándome...Bianqui no simpatiza mucho con ella...
ResponderEliminarA mi cuando volvi a menstruar me paso lo mismo, que la gordi no quería el pecho, pero leí en un foro que es bastante común, y me calme, luego se normalizo pero estuve todo un día sin que quiera el pecho y las "chicas" que explotaban... (mas la derecha, igual que a vos)...
Hola reina, no hay como tener un buen pediatra! Yo fuí a urgencias con el peque por el exantema ese, vaya susto, creí que tenía varicela o algo así.
ResponderEliminarYa está mejor?
Viviana de MamásyBebés, ha sido un placer, muchas gracias.
ResponderEliminarBrend@, ¿y por qué no cambias de pediatra?. Veo que el cambio con la menstruación es de lo más común. Besos guapa
Mamá de parrulin, mi madre también pensó que podría ser varicela o sarampión, menos mal que igual que viene se va. Ya está totalmente recuperada.
Hola Carol! Yo estoy deseando cambiar de pediatra, lo que escontrar uno idóneo donde yo vivo no es nada fácil. Nosotros seguimos una dieta vegana en casa por motivos de salud(fuera de casa nos relajamos y comemos más o menos de todo menos productos lácteos) y encontrar un pediatra que no nos trate como personas extrañas está siendo una cosa casi imposible. Y el ir a los controles me resulta una tortura porque mi pediatra es la típica que siempre tiene prisa! Qué bien has hecho tú en cambiarte!
ResponderEliminarY por lo de la regla, a mi me ha venido a los 8 meses después de dar a luz y al principio el peque extraño un poco, una toma. Después, como si nada.
Un besazo
Es muy importante tener un pediatra que ademas de atender las necesidades de nuestros hijos, atiendan nuestras preocupaciones como m(p)adres. Hay muchísimos "profesionales" que hasta se sienten molestos por las preguntas que hacemos.
ResponderEliminarMe alegra que hayas encontrado una personas que te satisfaga a vos y a tu beba.
Te deje un premio en mi blog =)
Besotes, Andrea
Minerva, que buena entrada!! que bien que hayas dado con esta pediatra. Es un lujo tener una persona que entienda a tus hijos, los trate con cariño y además apoye la lactancia materna por convicción y conocimiento. Que afortunadas son!! Yo no me quejo de mi pediatra, pero seguro la tuya es mucho mejor!!
ResponderEliminarPD: mil gracias por pasarte por mi blog y dejar tantos piropos para mi Sara!
Que el pediatra te de tranquilidad es lo más importante, además a mí un dato que has comentado y en el que siempre me fijo es en que sean cariñosos con los niños....
ResponderEliminarEs cierto que eso no tiene nada que ver con la profesionalidad, pero no lo puedo evitar, prefiero que traten con cariño al bebote...
Sarai, con un pediatra así no me extraña que se os haga tan difícil cuando tenéis que ir, qué paciencia la vuestra. Cada vez sois más las que me comentais el tema de la regla. Besos guapa
ResponderEliminarAndrea, muchas gracias. La verdad es que es una tranquilidad. Besos
Zary, gracias. Tenemos muchas suerte con nuestra pediatra, desde mi punto de vista, lo tiene todo.
Mamá de un besote. Para mi también es muy importante que sepan tratar a los niños, para eso son pediatras y no médicos de familia.
Me alegro mucho que habeis encontrado un pediatra que os guste. Es una gran tranquilidad. Yo tuve una experiencia parecida y me volvía loca cuando nuesto primer pediatra no prestaba atención a mi hijo. Un besote, Ava
ResponderEliminarMamás Todoterreno, como ya he dicho es una gran tranquilidad saber que si lo necesitamos va a ser bien atendida. Besos
ResponderEliminarMe alegro mucho de que Minerva esté bien.
ResponderEliminarCarol, me uno a tí y a las demás mamás en que tener un buen pediatra es una tranquilidad. Nosotros, tenemos suerte de haber encontrado a uno, que es estupendo como persona y como profesional. Cualquier cosita que tiene el peque, lo detecta a la primera.
Saludos a todas las mamis y un besito muy grande para Minerva y para tí desde Canarias.
Irene, muchas gracias. Me alegro de que vosotros también tengáis un buen pediatra. Besitos también para vosotros
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarO sea que los empleados del Centro de Salud....Mal, porque no te dijeron que médico es mejor (un supercriterio para decidir: la opinión del auxiliar), mal la médica porque se va de vacaciones?¿. Mal los laboratorios que hacen medicinas que no le gustan al Bebe.......y tu todo bien no?....En fin, a veces tenemos que hacer autocrítica ehhhhhhhhhh
Anónimo, por tu tono parece que te lo hayas tomado a lo personal, no se muy bien por qué. Te recomiendo que vuelvas a leer la entrada, porque precisamente del motivo de mi post, lo que realmente me parece mal, mal y mal, no parece haberte llegado.
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