lunes, 14 de febrero de 2011

¿Rosa o azul? Arcoiris

Me vino la idea de escribir esta entrada tras leer un caso de unos padres en Suecia. Estos han decidido no desvelar el sexo de su bebé, que ya tiene tres años, dejándole elegir ropa y juguetes. Según ellos el sexo es una construcción cultural y social. Os dejo el enlace por si lo queréis leer entero. A mi me parece innecesario y exagerado. Pero vamos al caso de esta entrada.

Siempre intento huir de los estereotipos, sean del tipo que sean.

La educación sigue siendo sexista aún en nuestra sociedad. Nos vanagloriamos de ser muy abiertos y avanzados pero todavía nos queda mucho camino por andar, y no sólo en este tema. Todo empieza en casa cuando todavía no ha nacido nuestro bebé. Su habitación, la ropita, los juguetes, la aceptación o no de determinados sentimientos (los niños no lloran). Y todo esto continúa en el entorno social y se acentúa sobre todo con la televisión. Como decía, todavía no ha nacido nuestro bebé y, si ya sabemos su sexo, empezaremos a imponerle determinados estereotipos según su género.

Cuando me quedé embarazada, y antes de saber si era niño o niña, teníamos claras ciertas cosas. Teníamos claro el color de su habitación, que no queríamos nada rosita, que elegiríamos juguetes educativos, que no le pondríamos pendiente/es y que le enseñaríamos a aceptar y expresar sus sentimientos. Teníamos claro todo esto independientemente de su sexo.

Al final fue niña, y por cierto muy guapa, y como se suele decir no es porque yo sea su madre (a mi con esta frase siempre me da la risa, ya sean padres, abuelos o tíos los que intenten convencernos de su objetividad).

No le hemos puesto pendientes, y claro, todo el mundo te pregunta si es niño o directamente utilizan el masculino para referirse a ese bebé tan mono. Damos tantas cosas por hecho, tenemos tantos prejuicios… Y entonces la pregunta, ¿y no le ponéis pendientes? Y yo les preguntaría ¿por qué? Pero termino contestando como teniendo que dar explicaciones, que se lo pondremos en el momento (si es que ocurre) que ella los pida. Y no, no le va a doler más cuando sea mayor, ¿qué pasa, que un bebé aguanta más el dolor, o simplemente es que como no habla…? Por cierto, que yo me he hecho algún agujero de más en la oreja y no me ha dolido.

Pedimos, a la gente con la que tenemos confianza, que no le comprasen nada rosa. Y menos mal, porque el 95% restante le compraron ropita rosita, si hubiese sido por ellos habríamos tenido el armario entero de color de rosa (su habitación no es rosa, tampoco es azul).No queríamos nada rosa no por tener algo en contra de ese color, sino porque sabíamos que la gente por tratarse de una niña se iban a centrar únicamente en ese color. Anda que no hay colores, qué poca imaginación y qué aburrido.

Ya me ha pasado en más de una tienda preguntar por manoplas o gorritos para bebés y preguntarme los dependientes si es para niño o para niña. Mi respuesta es: enséñame lo que tienes y ya decido yo.

La publicidad, tanto en televisión, como en los catálogos de juguetes, diferencia siempre entre juguetes para niños y juguetes para niñas. Todo lo referente a las tareas de casa es exclusivo de niñas, todo lo que implique mayor actividad o aventura es para niños, y a lo que ellos consideran que pueden acceder tanto niños como niñas lo diferencian claramente por colores (rosa o azul) o por motivos más cursis o más agresivos. Como si a un niño no le pudiese hacer ilusión jugar a las cocinitas y como si a una niña no le pudiese gustar jugar con camiones. Se trata de ofrecer una amplia variedad de juegos y juguetes y que ell@s elijan sin imposiciones, siendo los juguetes educativos, y no los que diferencian claramente de género, a través de los cuales habría que estimular la imaginación y el juego de nuestr@ hij@s.

Siempre que hemos buscado un juguete para el cumpleaños de nuestro sobrino intentamos que sea algo didáctico, adecuado a su edad, y que estimule su creatividad e imaginación. Igualmente hacemos cuando le compramos un juguete a nuestra nena. Esto no quiere decir que si mi sobrino nos pide el coche de carreras fulanito o mi hija nos pida (cuando tenga edad para hacerlo) la muñeca menganita no se lo vayamos a regalar si es lo que les hace ilusión.

Hay quien dice que en el cole, por ejemplo, podrían llamar nena a nuestro hijo por estar jugando a las casitas. Un/a niñ@ de dos años no sabe a lo que le corresponde jugar por ser niño o niña. Sin embargo un/a niñ@ de cuatro años empieza a imitar lo que ve en los adultos de su alrededor. Si un niño de cinco años llama a otro nena por jugar a las casitas, el segundo niño no le dará mayor importancia si en casa le alientan a jugar sin restricciones y lo ven como algo natural, y habría que preguntarse de dónde ha sacado esa idea el primer niño.

Os dejo este enlace: Juegos y juguetes para la igualdad. Guía didáctica para una Educación No Sexista dirigida a madres y padres.

1 comentario:

  1. Sencillamente me encanta esta entrada. ¡¡Cuánta razón tienes!!! Qué pena que tengamos que estar tan influídos por unos parámetros sociales que nos hacen esclavos sin apenas darnos cuenta, ése es el motivo de que hagan tanto daño, que pasan desapercividos, que están tan imbuidos en nuestro interior que los hemos asimilado como algo "normal".
    Lo que cambiaría nuestra sociedad si nos librásemos de la telaraña que nos impide movernos con libertad...

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