Minerva por el día apenas duerme, con excepciones claro. Cuando llega la tarde empieza a lloriquear más, le pongo más al pecho y se calma a medias, porque a veces entre chupada y chupada sigue quejándose. Al principio pensaba que no tenía leche, ya que llevaba todo el día mamando y tenía los pechos blandos. Luego nos dimos cuenta de que lo que le pasaba era que le costaba conciliar el sueño (de hecho al intentar sacarme yo misma un poco de leche salía sin problemas; ahora se, después de informarme debidamente, que cuanto más mama un bebé más leche se tiene). Esto de los cólicos asociados a problemas para conciliar el sueño lo leí en una página al principio, tendría Minerva un mes mas o menos, pero no he logrado dar de nuevo con esa página para poneros el enlace.
Ayer por ejemplo Minerva estaba insoportable, claro que yo también, ya no se deciros quien empezó primero. Ni la teta, ni los brazos, ni cambiarle el pañal, nada parecía calmarla. De vez en cuando parecía contenta, te echaba una sonrisita y vuelta a empezar. Al final resultó que tenía gases (además de sueño, lo normal), lo que no sabemos es si esos gases fueron el resultado de tanto llanto, como diría nuestro ya casi amigo Carlos González. No sabéis la relajación que se apoderó de mi cuerpo, y de mi mente, por supuesto, cuando se quedó dormida pasadas las diez de la noche. En cuanto ví esa carita durmiente, tan linda, tan preciosa, tan… tan… se me olvidaron las enormes ganas que había tenido casi todo el día de salir corriendo.
La Wikipedia nos dice cómo no está demostrado que el llanto sea debido a problemas digestivos, e igualmente nos lo dice Carlos González en “Un regalo para toda la vida”. Y por si queréis algo más de información os dejo este otro enlace, que no está mal http://www.tuotromedico.com/temas/colicos_del_lactante.htm.
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